Reflexiones de las mujeres campesinas e indígenas en torno al #25N
Alicia Amarilla, distrito de Repatriación (Caaguazú)
Las acciones del 25 de noviembre fueron muy importantes porque sirvieron para denunciar la extrema violencia que estamos viviendo las mujeres en muchos frentes, creo que la respuesta a esa situación es el surgimiento y la fortaleza de los movimientos feministas en América Latina. En esto se enmarca nuestra campaña “Topa jejahéi kuña rekovére!”, que es parte del proceso de la campaña permanente que impulsa la CLOC-Vía Campesina desde hace varios años. Me emocionó ver a tantas mujeres marchando juntas por reclamos comunes dentro de la diversidad, campesinas, indígenas, mujeres del sector popular, urbanas, todas reclamando el fin de la violencia de género y por mayor justicia, denunciando las desigualdades en nuestro país. Esta campaña que estamos promoviendo busca visualizar como un mensaje político muy poderoso que el sistema capitalista y el patriarcado violentan a las mujeres, busca demostrar con la voz de las propias mujeres cómo nos violentan en las comunidades con el acaparamiento de tierras, los desalojos, cómo lucran con los saberes populares, cómo nos roban las semillas nativas y criollas. Esta campaña es importante para entender la violencia estructural que nos marca en el día a día y e ir identificando los tipos de violencia para ayudarnos y solidarizarnos entre mujeres y así luchar unidas contra este sistema que nos somete.
Por eso nuestra lucha es por la consolidación del movimiento feminista en los objetivos comunes, es demasiado importante entendernos y buscar objetivos comunes, el mensaje a transmitir es que la violencia hacia las mujeres debe terminar, por eso seguimos en pie en Paraguay y en Latinoamérica.
Lina López, Pueblo Enxet Sur (Carmelo Peralta, Pdte. Hayes).
Cada año hacemos la marcha del 25 de noviembre para visibilizar la violencia hacia las mujeres. Me gustaría que más mujeres se sumaran cada año hasta que se logre tomar consciencia. Fue una acción muy interesante para nosotras las mujeres, como luchadoras venimos desde el Pueblo Enxet Sur porque también sufrimos maltratos, y contra eso vamos a seguir luchando las mujeres indígenas y campesinas.
Rosa Toledo, distrito Liberación (San Pedro).
Una de nuestras principales banderas de lucha en Conamuri es la lucha contra la violencia hacia las mujeres, con la campaña “Topa jejahéi kuña rekovére!” vamos a fortalecer aún más la formación de las compañeras campesinas e indígenas, principalmente las jóvenes.
Las acciones del 25 de noviembre fueron para nosotras un momento muy enérgico porque nos juntamos como Articulación de Mujeres de la CLOC-Vía Campesina Paraguay para denunciar ante la institución encargada de la distribución de la tierra en Paraguay, que es el INDERT, la mala distribución de las tierras y los desalojos en territorios campesinos e indígenas. Hicimos una movilización, fue la primera vez que como Articulación de Mujeres hicimos una intervención frente al INDERT en el marco del reclamo de tierras y la Reforma Agraria, dijimos que el no acceso a la tierra es una forma de violencia contra las mujeres.
Por la siesta nos juntamos en un debate público, estuvimos presentes mujeres de casi todos los departamentos del país. Ahí conversamos sobre la situación que vivimos en los territorios y sobre todo las fumigaciones, los desalojos y otros tipos de violencia. Cuando se fumigan los monocultivos somos las mujeres las que más sufrimos porque somos las que nos quedamos al cuidado de la casa y de los hijos, el veneno nos llega y de a poco nos expulsa, nos obliga a migrar. Esta es una situación preocupante que es fomentada desde las políticas asumidas por el gobierno actual.
La marcha al lado de las otras compañeras del campo y la ciudad fue una experiencia muy emocionante, fue una convocatoria masiva, vi muchas caras nuevas, lo cual es bueno rescatar también. Como campesinas e indígenas nuestro aporte al debate de la plataforma giró en torno al conflicto de la tierra, el extractivismo y la pérdida de territorio como formas de violencia de género.
Soledad Servín, Pueblo Qom (Cerrito, Pdte. Hayes)
Las mujeres indígenas también nos sumamos a la marcha del 25N porque también queremos que se respeten nuestros derechos y porque hay mujeres indígenas sufriendo violencia, por eso es importante participar. Me sentí libre en la marcha, me emocionó participar, conocer a otras mujeres que luchan por el fin de la violencia. Quisiera que el próximo año puedan participar más mujeres jóvenes para empezar a luchar por sus derechos.
María Inés Dávalos, Repatriación (Caaguazú)
La marcha del 25 fue un encuentro de todas las mujeres que reclamamos la consigna basta de violencia hacia las mujeres, nos juntamos como CLOC-Vía Campesina para exigir al Estado que cesen los desalojos porque esto afecta sobre todo a las mujeres campesinas e indígenas. Para las mujeres del campo lo principal es la tierra, las semillas. Quitarles la tierra es una forma de violación porque no pueden producir alimentos para su familia.
Las acciones del día contra la violencia hacia las mujeres fueron una oportunidad para encontrarnos y hacer visible los reclamos de tierra, también para denunciar las formas de violencia en el campo y la ciudad, nos convocamos alrededor de 5 mujeres y sentimos que sí, hay cambios en la sociedad que nos permiten pensar que esta lucha vale la pena.
Me gustaría que el año próximo se sumaran más mujeres a esta lucha porque Paraguay tiene un índice muy alto de violencia de género, se puede observar por la gran cantidad de feminicidios que se produjeron este año. Por eso considero que es importante lo que Conamuri viene haciendo, nos encontramos para contarnos lo que está ocurriendo en nuestros territorios, buscamos darnos seguridad y confianza entre nosotras para tomar consciencia, porque hay mujeres que están pasando violencia, pero no se dan cuenta de eso, después de participar de estos espacios muchas empiezan a tomar coraje y eso es rescatable.