¡Manos a la siembra!: Preparado natural para la primera fase del cultivo
Ya entramos en la época de sembrar en las huertas y fincas de la agricultura campesina y para ello es necesario encarar trabajos de prevención y cuidados que generalmente son realizados en la primera etapa de preparación de los suelos para obtener buenas y saludables cosechas.
El técnico agroecólogo Jorge Díaz, del distrito de Repatriación, integrante del Comité de Productores y Productoras “San Isidro” y encargado de Semilla Róga (o “Casa de la Semilla”) de la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri, nos enseña una receta casera para desinfectar el suelo, controlar huevos y larvas de coleópteros y lepidópteros (lembu ha panambikuéra) y prevenir enfermedades que puedan ser provocadas por cepas de hongos y bacterias.
Se necesitan: 500 gramos de hojas de güembé; 2 kilos de hojas y frutos de paraíso.
Preparación: Se machacan bien ambos materiales y se los coloca en un recipiente de plástico. Se agrega 5 litros de agua y se deja reposar por 24 horas. Este resultado se diluye en 15 litros de agua. Una aplicación directa sobre la superficie es suficiente y debe hacerse de 3 a 5 días antes de la siembra, plantación o trasplante.
En la etapa de los cultivos propiamente dicha, esta mezcla sirve además como repelente y es muy recomendado su uso ya que tanto el güembé como el árbol de paraíso abundan en las comunidades rurales del Paraguay y, por lo tanto, su costo de producción es mínimo.
Se trata de un producto biodegradable que se elabora a partir de materias primas naturales y que permite que la siembra, plantación o trasplante de plantines faciliten la germinación y adaptación de las plantas en las áreas donde es aplicado.
Como es natural, este producto respeta todas las formas de vida que le rodean. La agroecología busca el equilibrio sustentable de los nutrientes, el control de los insectos y la prevención más natural de enfermedades en los cultivos para autoconsumo y renta.
Esta forma sencilla de preparar el suelo para la siembra está al alcance de las comunidades y mejora la calidad de lo que producimos y no tiene residuos tóxicos que se trasladen a las ferias y los mercados del comercio justo y solidario donde se entablan las relaciones con los consumidores.