«Junio Feminista»
Mujeres de distintos territorios, feministas de nuestra Abya Yala, reunidas en la ciudad de Buenos Aires (Argentina), compartimos experiencias y saberes desde nuestros espacios organizativos del 1 al 4 de junio. En los distintos espacios todas hemos coincidido en que nuestra lucha es contra el sistema patriarcal.
Estos días de reflexiones colectivas, Conamuri estuvo presente con Khurusa Yarwi, Adriana Guzmán, del Feminismo Comunitario Antipatriarcal de Bolivia; Lorena Cabnal, de la Red de Sanadoras Ancestrales de Guatemala; Liana Funes, de la Red de Defensoras de Derechos Humanos de Honduras; María José Gomes da Silva, del Movimiento Sin Tierra de Brasil, y las compañeras de Pañuelos en Rebeldía.
“Junio Feminista” fue la consigna que nos convocó a las Feministas del Abya Yala, durante varios días en torno al fuego sanador en un país en el que cada 18 horas es asesinada una mujer, en una región como Latinoamérica en que cada día son asesinadas 12 mujeres. Ante una situación que pareciera tan desoladora nos juntamos, nos hermanamos y conversamos sobre experiencias, saberes, dificultades, miedos; pero, sobre todo, departimos sobre esa fuerza feminista que nos mantiene de pie para continuar la lucha contra el patriarcado.
Las compañeras de Bolivia nos hablaban del Feminismo Comunitario, que nace como insurrección, territorio de las palabras, construcción del feminismo desde la mirada de las mujeres de ese territorio con sus creencias, convicciones. “No queremos menos violencia, que nos peguen menos. La violencia no debe existir”, afirmaba contundentemente Adriana.
Por otra parte, escuchábamos cómo en Honduras las autoridades decidieron disminuir las penas por violencia sexual, además que el aborto está penalizado; ante esto, la lucha de la Coordinadora de Mujeres Indígenas y Negras se coloca como lucha antipatriarcal, es decir, contra una institución judicial plenamente patriarcal. Lorena de Red de Sanadoras, con el amor y la ternura que caracteriza su personalidad, nos hablaba de la resistencia en los territorios indígenas, lo doloroso de la muerte de las niñas el 8 de marzo en Guatemala; además del poder de sanarnos como acto político.
El sábado 3 de junio, antecediendo a la marcha del Ni UNa Menos, hemos realizado un taller itinerante por varias embajadas para denunciar a los Estados femicidas, comenzando por la Embajada de Guatemala, donde nos solidarizamos con el dolor que nos causó la muerte de las 43 niñas que fueron quemadas vivas por atreverse a decir “¡basta de violencia!” y se rebelaron contra un modelo que las violaba y las violentaba. Sabemos que muchas niñas viven en esa condición y exigimos justicia, sabemos que fue el Estado. Luego recordamos a Berta Cáceres frente a la Embajada de Honduras, su hija Laura Zúñiga compartió ese espacio recordando a Berta como una incansable luchadora, como la semilla que está sembrada en cada una de nuestras luchas. El recorrido finalizó frente a la embajada de Colombia, donde pedimos paz porque en este periodo de acuerdos suman 8 lideresas asesinadas, y por otra parte la solidaridad con Brasil en contra del proyecto golpista que representa Temer.
La marcha colorida del Ni Una Menos, por tercer año consecutivo, reunió a miles de mujeres por las calles de la capital argentina con batucadas, danzas, caras y cuerpos pintados, mujeres de todas las generaciones con ese grito que nos une desde distintos territorios con la consigna de que el Feminismo va a vencer y el patriarcado va a caer. Culminando con un comunicado leído por las Madres de Plaza de Mayo, ejemplos de resistencia, tenacidad y, sobre todo, con la convicción de que nada es imposible.
Sin dudas, el poder del feminismo como proyecto político crece, no conoce de fronteras; nosotras las mujeres recuperamos un saber que nos ha negado el patriarcado que nos teme, sabemos que juntas somos poderosas y que la revolución será feminista o no será.