Dos niñas
Desde la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri, en relación al asesinato de dos niñas por efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) en Yby Ya’u, departamento de Concepción, manifestamos lo siguiente:
Queremos saber qué ocurrió en Yby Ya’u, exigimos una investigación imparcial que arroje luz sobre los acontecimientos que tuvieron lugar el 2 de septiembre de 2020.
Si bien las primeras noticias que llegaron desde el Norte hablaban de que las personas abatidas eran “cabecillas” del grupo criminal ―del cual ni se tiene certeza acerca de su existencia y finalidades reales―, y el operativo era calificado por los altos mandos como exitoso, al paso de las horas se desenredaba una historia excesivamente macabra que pinta de pies a cabeza la torpeza e inoperancia de la FTC y del gobierno de turno en sí, cuando el presidente Abdo Benítez acudió inmediatamente hasta el lugar de los hechos, donde se suponía lo esperaban las poses de gloria para la posteridad sobre los cadáveres frescos de dos niñas.
No olvidemos que lo que hasta el momento se sabe a ciencia cierta es que los “expertos” de la FTC acribillaron a esas dos menores de edad, y hasta la fecha el Estado niega su responsabilidad en estos sucesos que demandan castigo y, sobre todo, requieren respuestas para llegar a la verdad.
Es inadmisible que hasta el día de hoy no haya una investigación sobre estas muertes, es grave porque el Estado paraguayo, según lo que vimos estos últimos días, cometió un nuevo crimen de lesa humanidad y esta vez en democracia.
La niña, el niño, el adolescente son sujetos en construcción que no pueden dar consentimiento en ningún caso, es por eso que la responsabilidad recae en la familia, la sociedad y el Estado. Hablar hoy de niñas guerrilleras constituye una falta de ética en la que no pueden permitirse caer los medios masivos de comunicación, que también deben actuar como formadores ante una sociedad anestesiada por los estragos de un sistema educativo gestado en dictadura y con fuerte influencia en la sociedad de hoy.
Desde Conamuri exigimos que se aclaren los hechos por las autoridades pertinentes, y que los autores morales y materiales sean identificados y procesados como es debido, para que las muertes de Liliana y María del Carmen (Aurora) no queden impunes.