Comunidad de Repatriación se une en protesta contra la intención de sembrar soja en su territorio

En respuesta a la intención de sembrar soja genéticamente modificada (OGM) en un lote de 45 a 50 hectáreas, las familias del distrito de Repatriación, en el departamento de Caaguazú, organizaron una serie de protestas para expresar su preocupación por el impacto ambiental y social de esta iniciativa, que corre por cuenta de un particular.

Históricamente, el distrito se ha mantenido libre de cultivos de soja, y vecinas y vecinos están resueltos a proteger su territorio, que colinda con un bosque y una naciente de agua, considerada esencial para el recreo de la comunidad.

Como se sabe y se ha comprobado hace mucho tiempo, la siembra de soja OGM plantea riesgos no solo para la biodiversidad y los recursos hídricos, sino también para la salud de las personas que residen en las cercanías, quienes podrían verse afectadas por las fumigaciones asociadas con el cultivo. En ese sentido, la comunidad presentó un llamado urgente a las autoridades municipales, instando al intendente y a los concejales a actuar en defensa de la salud y el medio ambiente.

Las mujeres, en particular, han tomado un papel activo en esta lucha, respaldadas por la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri, que agrupa varios comités locales. Su objetivo es garantizar el derecho a vivir en un ambiente saludable, un principio que está consagrado en el art. 7 de la Constitución Nacional.

“Defendemos una vida libre de agrotóxicos y violencia”, afirmaron referentes comunitarios, destacando la importancia de preservar la calidad de vida de los habitantes de Repatriación.

Las protestas reflejan no solo la resistencia local ante la siembra de soja, sino también un llamado más amplio a la justicia ambiental y social en nuestro país.