Comunicado de la Red de Semillas Nativas y Criollas
La Red de Semillas Nativas y Criollas nace de un proceso colectivo que se remonta a más de una década atrás. En el año 2011, organizaciones campesinas, indígenas, sociales y ambientales de todo el país, junto al Senave del periodo político de Fernando Lugo, nos unimos en defensa de las semillas nativas y criollas, en un contexto de avidez del agronegocio y la instalación de semillas transgénicas. Este proceso fue llamado en sus inicios “Heñói Jey Paraguay”, y fue impulsado con la convicción común de que las semillas son la base de nuestra soberanía alimentaria, de nuestra cultura y de nuestra vida como pueblo.
Desde aquel primer encuentro en 2011, y con más fuerza en el Segundo Encuentro Nacional de 2012, fuimos consolidando una plataforma integrada por varias organizaciones y compañeras, compañeros que caminaban a nuestro lado, que dio vida a las Ferias Nacionales de Semillas, a intercambios de saberes, y a encuentros de lucha y resistencia. Años después, ese proceso decantaría en lo que hoy es la Red de Semillas Nativas y Criollas Heñói. No fue el proyecto de una sola persona ni de una sola organización: fue el fruto del trabajo común, del compromiso y del aporte de muchas comunidades y colectivos de todo el país.
Hoy, con profunda inquietud, los que integramos la Red denunciamos que una de las organizaciones que formó parte de este proceso ―el Centro de Estudios Heñói― rompe con el espíritu colectivo que nos dio origen. Esta organización viene convocando a encuentros y ferias bajo el nombre de “Heñói”, como si nada hubiera pasado, desconociendo los principios fundacionales de la plataforma y desoyendo los reiterados llamados al diálogo, ignorando además los reclamos de las demás organizaciones que integramos esta Red.
Las organizaciones y personas abajo firmantes acordamos no continuar en espacios de coordinación sin garantías de diálogo abierto y transparente, y rechazamos prácticas que reproducen formas de atropello, ninguneo y verticalismo en la toma de decisiones, movidas por la desvinculación injusta y unilateral de compañeros y compañeras que, con compromiso y ética, contribuyeron de forma decisiva al proceso de consolidación de esta plataforma.
Desde la Red de Semillas sostenemos que nuestro proceso no es propiedad ni legado de ninguna organización ni de ninguna persona en particular. El uso del nombre “Heñói” como bandera institucional por parte del Centro de Estudios no puede continuar sin consecuencias, ya que implica la apropiación simbólica de un camino colectivo construido desde abajo, por las manos campesinas e indígenas que sostienen esta lucha durante más de una década y basados en prácticas milenarias transmitidas de generación en generación en sus territorios.
Reafirmamos que la Red de Semillas es anterior al surgimiento del Centro de Estudios Heñói, y, por tanto, rechazamos todo intento de capitalizar políticamente este proceso en beneficio de intereses particulares o institucionales.
Reivindicamos nuestro derecho a la autonomía organizativa y exigimos el respeto a los acuerdos colectivos. Llamamos a todas las organizaciones aliadas, movimientos sociales, instituciones públicas y actores comprometidos con la soberanía alimentaria a reconocer y respaldar este proceso tal como surgió: como una plataforma campesina, indígena y popular, nacida de la lucha colectiva.
Las semillas no deben privatizarse es nuestra primera consigna: se siembran en comunidad, se cuidan con afecto, se comparten con dignidad.
Red de Semillas Nativas y Criollas del Paraguay
12 de abril de 2025
FIRMAN:
1) Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri
2) Organización Cultiva Paraguay
3) Articulación de Ollas Populares Pykui
4) Organización de Lucha por la Tierra – OLT
5) Federación de Productores de Yerba Mate del Norte de Itapúa
6) Asociación de Productores Ecológicos de Nueva Alborada
7) Asociación Oñoirũ
8) Comité de Productores Agrícolas Recoleta (TMI)
9) Don Alfonso Maidana, guardián de las semillas
10) Ing. Vicenta Blanco, consultora agroecológica
11) Ceveriano Silva Pedrozo, coordinador del Programa de Desarrollo Integral Agroecológico de la Pastoral Social de Encarnación – Nueva Alborada
12) Juan Báez, responsable del área de Asesoría y coordinador de la Pastoral Indígena de la Diócesis de Coronel Oviedo
13) Celia Candia, referente de la comunidad de Barbero – San Pedro
14) Fabiola Melgarejo, consultora en proyectos de desarrollo comunitario
Juntas y organizadas ña defende ñande derecho, es la consigna con la que nos convocamos a la marcha de este año, vemos con impotencia la profundización de la precarización laboral que es la precarización de la vida misma y que impacta principalmente en la vida de nosotras, las mujeres.
Nosotras, mujeres de organizaciones del campo y la ciudad, mujeres autoconvocadas, campesinas, indígenas, comunicadoras, sindicalistas, docentes, periodistas, trabajadoras sexuales, mujeres con discapacidad, afrodescendientes, abogadas, lideresas de ollas populares, mujeres de partidos políticos, diseñadoras gráficas, mujeres Trans, mujeres Bisexuales, Lesbianas, estudiantes, bañadendes, mujeres neurodivergentes, nos manifestamos contra la mafia y el crimen organizado que se apoderó del poder en el Estado en estos últimos años.
El 8 de marzo recordamos en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en homenaje a las mujeres que hace más de un siglo, vienen luchado por la paz, por la justicia social, por la igualdad, por mejorar las condiciones de trabajo y por otras reivindicaciones que fueron banderas de lucha del movimiento de obreras y de feministas.
El contexto en el que nos encontramos actualmente en el mundo y en nuestro país, es altamente desfavorable para la clase trabajadora en general, pero mucho más para las mujeres trabajadoras, que en su mayoría sufrimos a diario las duras condiciones de trabajo precario, y la suma de tareas domésticas y de cuidado, que agotan nuestra vida y nos expone a sufrir más violencia.
Los discursos y las políticas represivas promovidas por sectores antiderechos impulsadas por líderes como Trump y Milei han fortalecido un movimiento conservador en América Latina que amenaza los avances en derechos de las mujeres. Esta influencia conservadora profundiza desigualdades y expone a las mujeres y diversidades a mayores riesgos.
Los discursos de odio y la desinformación promovida por sectores antiderechos y fascistas avanzan sobre una agenda de la mentira, buscando desvirtuar el conocimiento y los avances de la ciencia.
Las últimas filtraciones de los mensajes de Lalo Gómez muestran como el Estado está cooptado por el crimen organizado. Denunciamos hoy que todos los espacios de poder están ocupados por peones de la mafia, cuyo dominio alcanza a las comunidades donde entran a intermediar lo comunitario, ganar espacios y violentar nuevamente, a las mujeres, porque la mafia se instala a través del esquema de la violencia.
La propuesta de eliminación del Ministerio de la Mujer, Ministerio de la Niñez y las Adolescencia y la ley 5777 De Protección Integral de las mujeres lanzadas desde el gobierno y voceros del cartismo muestran claramente cómo el machismo y la misoginia están institucionalizados. Con esta propuesta pretenden dejar en total desprotección a las mujeres y niñeces de nuestro país. Advertimos que nos mantendremos en alerta y en defensa de la institucionalidad.
La implementación del material “Educación de la afectividad y la sexualidad en la Escuela (EASE)” en las instituciones educativas, impuesto por el MEC y los sectores fundamentalistas es una clara muestra de la negación de nuestros derechos al tratar los temas con contenidos discriminatorios, con sesgos religiosos, anticientíficos.
En este día, con todas las voces de las mujeres del mundo DENUNCIAMOS que:
Enfrentamos micromachismos y discriminación cotidiana en los espacios de trabajo, lo que afecta nuestro bienestar físico, emocional y mental.
Muchos derechos que creíamos conquistados, están en riesgo. Los derechos a una jubilación digna, a un salario igual que los hombres por igual trabajo, a ocupar puestos de trabajo sin discriminación alguna, a ejercer la política, a formar parte de la directiva de los sindicatos, hoy nos son negados.
El incremento en el costo de vida, la suba de precio constante de productos de la canasta básica, la falta de transporte y el transporte en mal estado, suba de los peajes y la electricidad afectan desproporcionadamente a las mujeres, sobre todo a quienes asumen la maternidad y el cuidado en forma solitaria, y que se ven obligadas a emplearse en puestos de trabajo de bajos ingresos incluso peligrosos para resolver la alimentación, la vivienda, la salud y la educación de sus familias.
Este gobierno plantea nuevas leyes que solo favorecen a las patronales y precariza aún más la vida de las y los trabajadores, quienes ya hacemos malabares con nuestro salario que no alcanza ni para lo básico en la mayoría de los casos, a consecuencia de la inflación. Las mujeres trabajadoras tenemos el rol de administrar lo poco que alcanzamos para llevar un plato de comida a nuestras casas, ani hagua ivare’a ñande familia.
Denunciamos la falta de protocolos efectivos que permitan a las mujeres hacer sus denuncias y estar seguras de que no serán nuevamente las víctimas de las patronales y que sus derechos como trabajadoras serán respetados. Estos lugares de trabajo como maquiladoras, así como las cadenas de supermercados, las empresas de limpieza, de seguridad privada, no generan condiciones para que las mujeres puedan organizarse en sindicatos para proteger sus derechos laborales y, ante una posibilidad de hacerlo, son despedidas. En empresas maquiladoras, las trabajadoras son sometidas continuamente a condiciones insalubres, exponiéndose a enfermedades evitables sin ningún control en estos lugares de trabajo; se suman a esto, la exposición constante al acoso laboral, psicológico y sexual. En sectores donde trabajan mujeres migrantes y refugiadas, las condiciones laborales son aún peores porque enfrentan mayor explotación y vulneraciones de sus derechos.
La maternidad, aunque garantizada en la legislación laboral se hace cada vez más difícil, porque simplemente omiten a mujeres jóvenes que expresan deseos de ser madres, o a las que ya lo son les niegan los puestos de trabajo, para “ahorrar” y para no tener “problemas”. Existe por ello cada vez más una reducción de empleos para las mujeres, y como consecuencia nos empleamos en trabajos de cuidado, altamente opresivos, desvalorizados, con baja remuneración, y la mayoría de las veces no remunerados. Este tipo de trabajo también incluye a las niñas y jóvenes como criadas perpetuando una práctica cultural de explotación.
La crisis climática afecta a toda la población y deja a Paraguay como uno de los países con temperaturas más altas del planeta. La temperatura de 40° grados, incluso llegando a casi 50° la sensación térmica torna imposible las condiciones de vida para trabajar, para estudiar y para vivir. Esto no es casual, es consecuencia directa de la deforestación causada por las grandes extensiones de monocultivos de soja transgénica, perpetrados por las empresas transnacionales, quienes utilizan de manera irracional nuestros recursos naturales en beneficio propio. Estas condiciones climáticas, con altas temperaturas, sequías, inundaciones que no son “naturales” generan a su vez una escasez alimentaria, repercutiendo en la calidad de los alimentos que consumimos en el campo y en la ciudad, aumentando los costos y haciendo cada vez más inaccesibles el acceso a ellos.
En el campo para las mujeres campesinas e indígenas esta crisis climática afecta directamente a la cosecha de la producción, a la salud y la alimentación, quienes ya enfrentamos pobreza extrema y además somos responsables de la producción de alimentos. Muchas veces tener menos o nada de producción para autoconsumo y menos aún para la renta, situación que nos lleva muchas veces a salir de la chacra a rebuscarnos como trabajadoras domésticas remuneradas, con salarios bajísimos que violan la ley de trabajo doméstico, pero ante la necesidad extrema lo aceptamos. Se suman la amenaza constante de desalojos, los desalojos con violencia extrema, la criminalización de la lucha por la tierra con la Ley Zavala-Riera, siendo estas las únicas formas de presencia del Estado.
El acceso al agua también es un derecho no garantizado para las comunidades y barrios. Las mujeres indígenas deben caminar 20 kilómetros ida y vuelta para traer agua a sus casas. En el caso del Bañado Sur, el agua también falta y el agua que se provee a través de cisternas son insalubres, enfermando a las familias de la comunidad. Es inadmisible que la falta de agua y la mala calidad del agua, siga siendo parte de la cotidianeidad de muchas comunidades rurales y asentamientos urbanos, generando mayores niveles de desigualdad y poniendo en peligro la salud las personas principalmente de mujeres embarazadas, niñas, niños y adultas/os mayores.
Los programas sociales Abrazo, Tekoporã y el de adultos mayores, no están llegando a las familias y a las comunidades que más lo necesitan, vemos como siguen siendo manejados a través de los favores de “correlí”. El discurso de privilegios está profundamente arraigado y afecta las oportunidades de las mujeres, y las familias, principalmente en las zonas rurales.
El Ministerio de Desarrollo Social no está cumpliendo con la gestión de los recursos de las ollas populares y de los comedores comunitarios, apenas han reportado la ejecución de 5% del presupuesto y han hecho entrega de apenas dos veces las provistas no perecederas. Las verduras, huevos y carne se siguen gestionando en las comunidades con binguitos, rifas, venta de comidas, chipas por las mujeres. El hambre en las comunidades sigue creciendo ante la mirada complaciente de las autoridades.
La pobreza y la falta de oportunidades obliga a las mujeres a migrar del campo a la ciudad y a países lejanos, produciendo un terrible desarraigo al abandonar su tierra y su familia. Está situación vivida ya desde hace muchos años, en estos últimos meses vuelve a crecer; nuestras compatriotas deben viajar en busca de trabajo para mantener a sus familias a Brasil, Europa y a otros lugares
La persecución de mujeres trabajadoras cuentapropistas, que se dedican a vender productos en las calles y a cuidar coches para sustentar a sus familias es una política de criminalización. Ellas están siendo violentadas por la policía, que además de detenerlas, las extorsionan con pedido de dinero y si no lo entregan son esposadas y maltratadas, en un claro ejemplo de abuso de poder.
La persecución sindical y laboral en los lugares de trabajo sigue estando presente, lo que incide doblemente en las mujeres.
Sumamos también nuestras voces denunciado la inacción del Estado ante la emergencia sanitaria del IPS, que se sostiene con la plata de aportantes, sin embargo, ofrece un servicio deficitario y criminal, fruto de una corrupción sistemática, de un servicio de salud deficiente pues ni siquiera llega a todo el país, donde los mamógrafos una vez descompuestos pasan años sin ser repuestos.
La cultura patriarcal sigue priorizando a varones para ocupar cargos políticos y de liderazgo, en todos los ámbitos. La violencia política contra las mujeres es una estrategia sistemática para excluirnos de los espacios de poder y silenciar nuestras voces. Desde agresiones verbales y campañas de desprestigio hasta amenazas y acoso, las mujeres que participan en política enfrentan una constante hostilidad, tanto dentro de sus propios partidos como en el debate público.
Denunciamos como la institución policial ha discriminado a las mujeres que se presentaron al llamado de exámenes de ingreso, por el hecho de ser mujeres. Han obtenido los mayores puntajes, pero no han sido admitidas.
Las mujeres con discapacidad enfrentan múltiples barreras que limitan su acceso a derechos fundamentales como la educación, el empleo y la salud. La falta de infraestructura accesible y de políticas inclusivas profundiza la exclusión social y la discriminación.
La población afrodescendiente continúa siendo invisibilizada y discriminada por el estado. Hasta la fecha, sigue excluida del Censo Nacional, lo que perpetúa su falta de reconocimiento y acceso a derechos. Además, muchas personas afrodescendientes se ven obligadas a renunciar a su identidad cultural para acceder a empleos, enfrentando exigencias como eliminar sus trenzas para ser contratadas.
La lucha de las mujeres trabajadoras, no debe tener barreras geográficas, de lenguaje, de leyes, ni de cuerpos y más cuando enfrentamos las mismas violencias, nuestra lucha debe ser colectiva y lo vamos a repetir con claridad, las trabajadoras sexuales son parte de este mundo y no daremos un paso atrás en la defensa de sus derechos.
Las mujeres Trans a diario reciben ataques y son violentadas. Una de las poblaciones más vulnerables y empobrecidas al no ser tenidas en cuenta en el desarrollo de políticas públicas. Lideresas Trans son acosadas por autoridades del parlamento que tienen la obligación de legislar para todas, todos y todes, sin distinción.
Las estudiantes universitarias organizadas, no toleramos el acoso en las universidades. Exigimos justicia, protocolos efectivos y espacios seguros para todas.
Las emprendedoras necesitamos políticas públicas reales, acceso a la formalización, créditos, bancarizacion y otras facilidades acordes a la realidad. La nueva ley para MIPYMES promete una mayor flexibilidad pero a costa de la precarización laboral de quienes prestan servicios. Necesitamos guarderías, más centros de Emprendedurismo, facilidad para contar con puntos de venta, acceso a tecnología y capital semilla.
Las trabajadoras del teatro y las artistas en general, exigen el reconocimiento de su labor, no solo como una expresión artística, sino como un oficio legítimo que merece los mismos derechos que cualquier otra profesión. Las actrices y artistas de diversas áreas desempeñan un papel esencial en la sociedad, y su trabajo debe ser valorado en igualdad de condiciones con otras ocupaciones. Que se ponga en vigencia la Ley 4199/2010 del seguro social para artistas sin relación de dependencia.
Reivindicamos la autonomía y el respeto por todos los cuerpos, desafiando la gordofobia que lastima y a los estándares patriarcales de belleza. Nuestros cuerpos no necesitan ser corregidos, ni ser atacados, sino reconocidos en su dignidad y diversidad.
Exigimos la aprobación del proyecto de ley contra toda forma de discriminación que permita un marco legal que garantice la defensa de derechos ante acciones de discriminación.
Exigimos al Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible – MADES – como institución responsable de la cuestión ambiental en el país, que cumpla con su trabajo, aplique medidas de protección ambiental reales y frene con la entrega indiscriminada de licencias ambientales como favores o moneda de cambio a las empresas responsables de la contaminación ambiental.
Exigimos una vez más una Ley de Educación Sexual Integral que aborde la prevención del abuso sexual y establezca los mecanismos para garantizar la atención y tratamiento en los casos de haber sido víctimas de abuso. Es urgente que el Estado asuma su responsabilidad y brinde herramientas reales para proteger nuestras vidas y derechos.
Exigimos que se ponga en vigencia la Ley 4199/2010 que las actrices esperan hace 15 años.
Exigimos el cumplimiento de la Ley N.º 6634/2020 que debe garantizar la igualdad de condiciones para el acceso, selección y admisión en las unidades académicas de formación de la Policía Nacional.
Exigimos una vez más la aparición con vida de Lichita, justicia para las niñas Lilian Mariana Villalba y María Carmen Villalba. El Comité de los Derechos de la Niñez de la ONU en enero de este año publicó un informe en el que responsabiliza a Paraguay de haber cometido graves violaciones a los derechos humanos en septiembre del 2020.
Todas las situaciones expuestas también tienen consecuencia directa en la salud mental, cargar con tantas responsabilidades y necesidades afecta profundamente el bienestar de las mujeres. Y va en crecimiento los problemas de salud mental como consecuencia de la precarización de la vida.
El gobierno debería preocuparse por aplicar políticas públicas ya existentes con presupuesto para llegar a toda la población, porque esa es su responsabilidad, no perseguir a la ciudadanía que se organiza para exigir derechos humanos básicos.
Hacemos un llamado a acompañar a las compañeras periodistas, comunicadoras y productoras que se animaron a denunciar y acompañar a compañeras que habían sido víctimas de acoso sexual en el grupo Alba visión por Carlos Granada. En abril inicia el juicio y todas debemos unirnos para exigir justicia, no más impunidad para los acosadores como Granada. Queremos que todas podamos estar en espacios laborales que estén libres de acoso.
Desde la Articulación Feminista, nos solidarizamos con las mujeres palestinas, quienes resisten la ocupación y la violencia colonial sionista. Exigimos que sus vidas sean respetadas, que puedan ejercer su derecho a la reparación soberana de su territorio.
Como mujeres organizadas, seguimos creciendo a pesar de las trabas estructurales, económicas, políticas y culturales, y asumimos que debemos sortear muchos desafíos como organizaciones feministas de clase, que, a pesar de todo, seguimos saliendo a las calles, seguimos exigiendo derechos, seguimos gritando con todas sus fuerzas que NO ESTAMOS SOLAS. Tenemos un largo historial de resistencias y luchas, la convicción de lograr una vida mejor es nuestra fuerza, conquistar derechos nos mueve, nos queremos vivas, libres y con trabajos dignos siempre.
Es por eso que seguimos organizadas en la Articulación Feminista, llamamos a organizarnos, a articularnos con organizaciones para unir nuestras fuerzas y defender los derechos de toda la población paraguaya, ocupemos las calles con cada una de nuestras demandas y nuestras propuestas para alcanzar un Paraguay con vida digna.
En las comunidades y barrios seguimos cocinando en las ollas populares a pesar de todas las limitaciones porque nuestro compromiso de entregar un plato de comida es más fuerte que las adversidades, en el campo seguimos produciendo alimentos para el campo y la ciudad desde la Agroecología como modo de producción y de vida, en las instituciones educativas, en los lugares de trabajo y espacio comunitarios luchamos para que las mujeres conozcan sus derechos y puedan vivir una vida libre de violencias. Trabajamos constantemente en propuestas que defiendan realmente la vida y la familia con información real y lejos de los discursos de odio. Durante las marchas proponemos un espacio de Feria Solidaria de la Economía Feminista porque nuestros principios como mujeres trabajadoras es juntamente crear espacios en donde podamos apoyarnos a impulsar la economía y fortalecer las redes comunitarias.
Celebramos una vez más esta convocatoria, porque te sumaste a exigir tus derechos con tus carteles, preparándote para llegar hasta acá, es claro que el feminismo es el proyecto político que nos convoca para cambiar las desigualdades que sufrimos. Por eso nos convocamos a estar en alerta, a tomar las calles por nuestros derechos y el de toda la población paraguaya.
¡Trabajadoras juntas y organizadas, ñadefende ñande derecho!
La Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri, en su 24 aniversario, hoy, en el Día de la Mujer Trabajadora Rural, y en la víspera del Día de la Soberanía Alimentaria, se dirige a las mujeres campesinas e indígenas de todo el país, a las mujeres trabajadoras de la ciudad, a las organizaciones aliadas, a la ciudadanía en general y a las autoridades nacionales para expresar cuanto sigue:
Celebramos estos años de caminar juntas entre mujeres provenientes del campo, años de aprendizajes profundos, de apoyo mutuo, de solidaridad inmensa, de escucha atenta y de oportunidad de crecimiento como personas con derechos, y también de compartir fiestas y alegrías.
Derechos de las mujeres campesinas e indígenas
El habernos encontrado, el habernos escuchado nos ha hecho comprender que tenemos los mismos derechos que el resto de las personas, y con ello hemos podido levantar nuestras voces para exigir el cumplimiento de esos derechos, como el de una vida libre de violencia y el de participar de manera protagónica en todos los ámbitos de la vida privada y pública, el de que nuestro trabajo sea reconocido y valorado. Abordar estos temas nos ha transformado en “sujetas políticas”, con memoria y con sueños por los que seguimos en lucha. En ese sentido, demandamos el cumplimiento de las obligaciones del Estado hacia una sociedad libre de violencia, a través de la educación integral de la sexualidad y la atención efectiva en los casos de violencia.
Agroecología
Cuando nos encontramos las mujeres campesinas e indígenas ya hemos visto que el contexto en que nosotras somos, producimos y reproducimos, determina también las condiciones de nuestras vidas, por eso planteamos otro modelo de producción; ante el agronegocio planteamos agricultura agroecológica y partimos del cuidado de las semillas nativas y criollas. Reivindicamos que la agroecología es la solución para nuestros problemas de hambre, de nutrición, de enfriar el ambiente y aportar a la mitigación de los efectos del cambio climático. Exigimos que se promueva la formación agroecológica como una opción laboral para la juventud y las mujeres, así como el apoyo financiero y técnico para la implementación de procesos productivos agroecológicos y de transición, la derogación de la resolución del MAG que habilita el uso comercial del trigo HB4 e insistimos en el control efectivo de la legislación ambiental.
Ferias y mercaditos campesinos
Estos espacios, aunque pequeños, contribuyen a la economía familiar y a la autonomía de las mujeres campesinas e indígenas y nos permiten el fortalecimiento de la relación cercana campo-ciudad. Reclamamos políticas públicas que consoliden estos mercados de cercanía.
Feminismo
Nuestra organización ha tomado el feminismo como una herramienta de lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. Consideramos que sus postulados revelan las diversas opresiones que sufrimos y en el entorno que nos hallamos reconocemos cómo se acentúan las desigualdades por causa del patriarcado. A su vez, nos permite plantear mecanismos de rupturas con el machismo, comenzando desde la casa, la organización, la comunidad y la sociedad toda. Politizamos nuestras cocinas, nuestras chacras, nuestras camas, nuestros montes, nuestros ríos, por ello decimos que nuestro feminismo tiene identidad, es un feminismo campesino, indígena, popular, es un feminismo revolucionario. Buscamos nuestro lugar en la historia en cuanto mujeres campesinas e indígenas. Ya no aceptamos integrar espacios colectivos solo para redactar actas y cocinar, queremos que nuestras voces se escuchen fuerte y claro. Entendemos cada una de nuestras realidades y nos reconocemos capaces de organizar nuestros liderazgos y hacer que nuestra palabra sea tenida en cuenta. De la misma forma, demandamos políticas públicas que atiendan nuestros derechos sexuales y reproductivos en territorio y el cumplimiento de la Constitución Nacional en cuanto a principios de convivencia social, tolerancia y derechos humanos.
En este nuevo aniversario de la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri, que en 24 años ha tocado la vida y la consciencia de miles de mujeres del campo en nuestro país, seguimos construyendo resistencia, transformación y solidaridad de clase. Celebramos con alegría casi un cuarto de siglo de lucha incansable en varios distritos del país, en ambas márgenes del río Paraguay y, en este proceso, reflexionamos sobre nuestras conquistas, desafíos y compromisos permanentes en la búsqueda de un mundo más justo y equitativo.
Las mujeres campesinas e indígenas hemos contribuido de manera significativa al fortalecimiento de la lucha feminista en nuestro país. La fuerza que nos anima es la defensa de nuestros territorios e identidad como personas del campo, la promoción de la soberanía alimentaria y de la igualdad de oportunidades en todos los aspectos de la sociedad. Seguimos trabajando arduamente para interpelar las injusticias incrustadas en las raíces del modelo hegemónico y aportar en la construcción de otro mundo posible.
Sin embargo, a pesar de nuestros esfuerzos, enfrentamos desafíos crecientes, como el aumento de los feminicidios y la violencia de género, la trata de personas y la desaparición de mujeres. También observamos con gran preocupación los desalojos ilegales, perpetrados con extrema violencia y represión en la lucha por la tierra que enfrentan muchas familias campesinas e indígenas en la búsqueda de su derecho a la tierra y la vivienda digna.
En nuestro continuo combate contra el modelo de producción capitalista y el extractivismo que se instala en nuestro territorio, encaramos la opresión, el patriarcado, el racismo y el pensamiento colonialista. A lo largo de estos años, hemos construido una sólida coordinación entre campesinas e indígenas, llevando adelante nuestras demandas, acciones y organización. Nuestra práctica no es solo teórica, sino que se basa en la construcción de la soberanía alimentaria, reconociendo el papel fundamental de las mujeres y fortaleciendo nuestra visión común a medida que avanzamos como clase trabajadora.
En este aniversario, también expresamos nuestra solidaridad con el pueblo de Palestina, que sufre un genocidio propiciado por el sionismo y el Estado terrorista de Israel. Cientos de miles de mujeres y niños han perdido la vida, y quienes sobreviven han quedado desnudos ante un enemigo implacable que, pese a todo, no ha sabido eliminar la identidad del pueblo palestino y sus raíces, y nos unimos a ellos en su lucha por la justicia, la paz y la reparación histórica.
Conamuri es un testimonio de resiliencia, la fuerza y la determinación de todas las mujeres que, unidas ante las adversidades, tejemos el sueño colectivo de un futuro mejor. 24 años atrás, 300 mujeres dieron inicio a este transitar y estamparon el anhelo de constituir una organización de género, clase y etnia que todavía sigue el camino de su utopía.
Ñambojoaju jepytaso, teko pyahu ha jekupytyrã kuñanguéra apytépe!
La soberanía alimentaria, única alternativa frente al flagelo del hambre en un mundo que alberga más de 700 millones de personas malnutridas. Acción mundial el 16 de octubre. Por Sergio Ferrari
Lejos de debilitarse, toma fuerza en casi todo el planeta. La defensa de la soberanía alimentaria ocupa el centro del debate sobre un modelo económico viable que reduzca el flagelo del hambre. La Vía Campesina (LVC) lo recuerda y convoca a una acción mundial.
La organización internacional que aglutina a 200 millones de campesinas y campesinos de más de 80 países acaba de lanzar la convocatoria para la próxima Acción Internacional por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos contra las Transnacionales. Será el 16 de octubre y busca lograr una movilización lo más amplia, activa y descentralizada posible, proponiendo además que se ganen las redes sociales mediante la difusión de los múltiples eventos locales previstos (https://viacampesina.org/es/).
El movimiento de pequeña/os productora/es rurales entiende esta convocatoria como una oportunidad más para ratificar la denuncia del control de los sistemas alimentarios en manos, fundamentalmente, de las transnacionales del agronegocio. A las que define como “un entramado corporativo global que está intensificando el hambre de millones de personas en el mundo, así como la masificación de la desnutrición como enfermedad crónica de las nuevas generaciones”.
Sus argumentos fluyen de datos de fuentes oficiales, como el documento “2013: El Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo” publicado por cinco agencias de las Naciones Unidas bajo la coordinación de su Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) (https://www.fao.org/3/cc6550es/cc6550es.pdf).
Radiografía espeluznante
El documento de la FAO –elaborado junto con la Organización Mundial de la Salud, el Fondo para la Infancia, el Programa Mundial de Alimentos y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola– reconoce que aunque el hambre a nivel planetario se mantuvo sin variaciones significativas entre 2021 y 2022, continúa muy por encima de los niveles anteriores a la pandemia de Covid-19. En 2022 afectó a cerca del 9,2% de la población planetaria, superando así el 7,9% registrado en 2019, es decir, la etapa prepandemia.
Los porcentajes expresan menos que las cifras, las cuales reflejan, con rudeza, el rostro humano de este flagelo: en 2022 padecieron hambre en todo el mundo entre 691 y 783 millones de personas, lo que significa 122 millones más que 2019.
Aunque en igual periodo se logró cierto progreso en la reducción del hambre en América Latina y en parte de Asia, de todos modos sigue aumentando en Asia occidental, la región del Caribe y África en su totalidad.
Por otra parte, la prevalencia de la inseguridad alimentaria se mantuvo sin variaciones por segundo año consecutivo, después de aumentar bruscamente de 2019 a 2020. En 2022, alrededor de unos 2.400 millones (el 29,6% de la población mundial) experimentó dicha inseguridad. Entre ellos, unos 900 millones de forma grave. El drama de la inseguridad alimentaria afecta particularmente a las mujeres y a las comunidades rurales. Así, por ejemplo, en 2022 golpeó a un 33,3% de las personas adultas en zonas rurales (más que el 28,8% en zonas periurbanas y el 26,0% en zonas urbanas). Paradójicamente, los efectos más perversos de la falta de alimentos se producen en las regiones campesinas, escenario donde teóricamente se originan los productos alimenticios básicos.
El estudio de la ONU constata que, en 2022, 148 millones de niños y niñas menores de cinco años sufrieron retrasos de crecimiento debido a dietas insatisfactorias. En tanto, 45 millones padecieron emaciación y 37 millones, sobrepeso. El sobrepeso es más frecuente en las zonas urbanas, en tanto que los primeros dos fenómenos prevalecen en las zonas rurales.
Foros superestructurales, pero el hambre perdura
De cara a la próxima Acción Internacional por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos contra las Transnacionales, la Vía Campesina argumenta que se vive “un escenario de monopolización generalizada de todos los eslabones de los sistemas alimentarios”. Y en su diagnóstico global apunta que “nos acaparan nuestra producción agrícola, las semillas, las tierras, los territorios; se vulnera nuestros derechos campesinos, a la renta y a una vida digna, a la protesta y a la autonomía de nuestros pueblos”.
El movimiento considera que la actual crisis alimentaria no tiene precedentes, se entreteje con la crisis climática, las guerras, la corrupción, el control mediático, el racismo institucional y el neofascismo, a la par que el campesinado sigue siendo “criminalizando, desplazando y se continúa acaparando nuestros medios de vida y de subsistencia”.
La Acción programada para el 16 de octubre busca también impactar en los debates de un nuevo Foro Mundial de la Alimentación, donde participarán representantes gubernamentales que la FAO ha convocado para Roma entre el 16 y el 20 de octubre. Este tipo de foros se está volviendo más habitual y repetitivo, aunque escasean las resoluciones estratégicas positivas. En enero pasado se realizó en Berlín, Alemania, un encuentro de esta naturaleza (https://www.fao.org/newsroom/detail/at-gffa-in-berlin-fao-stresses-importance-of-making-agrifood-systems-more-resilient-against-multiple-shocks/es).
Un análisis de las discusiones y los comunicados públicos del foro de Berlín muestra que, aun cuando dicho evento reconoció “la crucial importancia de adoptar medidas concretas para acelerar el acceso de las personas a dietas saludables mediante la transformación de los sistemas agroalimentarios para que estos sean más resilientes, eficientes, sostenibles e inclusivos”, de todos modos las propuestas concretas fueron frágiles o vagas. Para la FAO, es necesario contar con mercados y con un comercio agroalimentario “abiertos, transparentes y libres, elementos esenciales para hacer frente a los actuales problemas de seguridad agroalimentaria”. El problema es que, en la concepción imperante en las Naciones Unidas, ni el concepto de soberanía alimentaria, ni la intervención cooperativa del Estado como un potencial actor regulador, ni la crítica a la gran producción agroexportadora transnacional (agronegocio), ni el rol decisivo de la pequeña producción rural para la lucha contra el hambre adquieren la relevancia debida. Ocurre igual con muchos otros cónclaves de este tipo, que continúan repitiendo más de lo mismo pero sin confrontar los grandes temas estructurales. Y otorgan cada vez mayor importancia a las grandes multinacionales cuando se evalúan las opciones para luchar contra el hambre.
La Vía Campesina expresa, una vez más, su preocupación al considerar que “las grandes corporaciones siguen capturando este espacio (el del Foro Mundial de la Alimentación) para sus propios intereses”. Y por tal razón apunta al evento del 16 de octubre, como una gran oportunidad para denunciar las falsas soluciones que el poder corporativo, en complicidad con muchos gobiernos, está fomentando y forzando para “resolver” estas crisis. Convencida de que dichas soluciones son meras apariencias, La Vía Campesina se pronuncia enérgicamente: “Una vez más, decimos ¡basta de agronegocio!, ¡basta de falsas soluciones! ¡Sin Soberanía Alimentaria no podremos asegurarle un futuro a la humanidad!”.
Más de 500 delegadas y delegados de las diez regiones que la integran analizarán sobre el tema principal: “Frente a las crisis globales, construimos soberanía alimentaria para asegurar un futuro para la humanidad”.
Esta conferencia, al igual que las anteriores y desde su fundación en Mons, Bélgica, en 1993, constituye el espacio más importante de La Vía Campesina. Sus otras conferencias fueron en México (1996); India (2000); Brasil (2004); Mozambique (2008); Indonesia (2013) y el País Vasco (2017).
La VI Escuela del Colectivo de Comunicación de la CLOC-LVC se reunió de manera presencial en República Dominicana del 21 de agosto al 25 de agosto. En dicha oportunidad se encontraron comunicadoras y comunicadores de Suramérica, Centroamérica y del Caribe para planificar las próximas acciones comunicacionales de cara a la 8va. Conferencia de La Vía Campesina a realizarse en diciembre y conocer experiencias de agricultura campesina en el municipio de Peralta, Azua de Compostela.
Los primeros días en el local de Conamuca (Confederación Nacional de Mujeres del Campo), ubicado en San Cristóbal, fueron para dar continuidad a VI Escuela de Comunicación, que inició su proceso en diciembre del 2022 con las Jornada de Comunicación, y tuvo su versión virtual en el primer semestre del 2023. “Tuvimos la oportunidad de conocernos de manera presencial comunicadoras y comunicadores de Colombia, Paraguay, Guatemala, Panamá y República Dominicana. La experiencia de pasar de la virtualidad a la presencialidad para seguir construyendo la comunicación al servicio de nuestros pueblos, conociéndonos y reencontrándonos con compañeras y compañeros», señaló Cony Oviedo, nuestra compañera de Conamuri y la CLOC-LVC Paraguay.
En el local de Conamuca compartieron análisis de coyuntura de nuestros países, lo que permitió pensar mejor en los desafíos que se tienen como Colectivo de Comunicación, plantear qué tareas llevar adelante, teniendo en cuenta las necesidades que surgen como organización internacional. El extractivismo en su formato de monocultivos transgénicos o megaminería se repitió en casi todos los países con gobiernos entreguistas y corruptos, y como proceso a destacar fue mencionado Colombia.
Además fue presentada al equipo la Campaña “Sembrando semillas de libertad y cosechando derechos”, la misma tendrá próximamente su lanzamiento oficial en la Región Caribe.
El jueves 24 todo el grupo se trasladó al municipio de Peralta Azua, comunidad donde a simple vista se pueden observar plantas de aguacate, plátano, maracuyá, guayaba e incluso árboles de chivato. Allí se pudo realizar un intercambio de experiencias con educandas y educandos del IALA en casa de la compañera Elsa Sánchez.
El día 25 se recorrió varias fincas de cafetales, donde se pudo apreciar el trabajo realizado, siendo el café el producto que para muchas familias ha significado la posibilidad de generar renta para costear otras necesidades, como pagar los estudios de sus hijas e hijos.
Cabe mencionar los alimentos que consumieron esos días, como el mangú, las habichuelas y frutas como el aguacate y el plátano que son típicos de República Dominicana y forman parte de la producción de alimentos sanos, una de las luchas de nuestras organizaciones. Entendemos a la alimentación como una cuestión profundamente política, y que en el mundo existe una distribución desigual de los alimentos que se producen, al igual que el acceso a tierras para producirla, “la cuestión no es que falte comida, la cuestión es cómo se reparte”, dijo Andrey Martínez, comunicador de Colombia.
Para las comunicadoras y comunicadores fue una experiencia muy importante para seguir formándose y comunicar la lucha de los pueblos y territorios de Latinoamérica y el Caribe. “Creo que es un espacio muy importante que nos permite primero reunirnos y conversar, poder aportar para dar seguimiento a los procesos de comunicación dentro de la CLOC-Vía Campesina, pero también para asumir compromisos y responsabilidades desde las regiones. Es un espacio importante para poner en práctica todo lo que aprendimos en la escuela, todo lo teórico, todo lo práctico y poder encender motores para que como colectivo de comunicación sigamos fortaleciendo y promoviendo la comunicación como una herramienta importante dentro de nuestras organizaciones, pero también de La Vía Campesina”, expresaba Rocizela Pérez, de la organización Conavigua de Guatemala.
Por su parte, Oscar Ábrego, de Unión Campesina Panameña, expresaba que resalta lo importante que es poder aportar en estos procesos. “Felicitar a La Vía Campesina por esta iniciativa, son espacios donde tenemos la posibilidad de aprender y compartir las experiencias de trabajo de lucha. Sobre todo, unir más a nuestros pueblos, nuestros países que enfrentan situaciones similares de despojo, de destrucción medioambiental por ejemplo, de las luchas campesinas que llevamos día con día. Ha sido una experiencia bonita, poder aportar al trabajo comunicacional y visibilizar todas las cosas que hacemos desde nuestros países, desde nuestras comunidades y desde nuestra gente”.
“Un espacio donde pude adquirir muchas herramientas, muchos conocimientos que puedo y que voy a compartir con los demás compañeros de la Región Caribe, de la República Dominicana. Vamos a trabajar para darle más vida e importancia a la comunicación porque ya sabemos que estamos en un tiempo donde tenemos todo el tiempo actualizarnos y saber cómo manejarlas, de forma que visualicemos más esas luchas campesinas. Dar a conocer todo el proceso que hacemos desde la CLOC,” concluye una de las anfitrionas Margaret García De la Cruz de la Federación de Caficultor de la Región Sur de República Dominicana.
El sábado 26 de agosto se confirmó la muerte de Silvia López, lideresa de la comunidad Takuara’i del pueblo Mbya Guaraní de Yasy Cañy, departamento de Canindeyú. La misma padecía una enfermedad salvable y sin embargo sufrió complicaciones por intervención quirúrgica con el peor desenlace.
Exigimos a las autoridades una investigación exhaustiva e imparcial sobre las circunstancias que rodean este caso y acompañamos a los familiares en su emprendido reclamo de justicia, teniendo en cuenta la cantidad inusual de pacientes –especialmente, mujeres– que este año han fallecido en el mencionado hospital por causas absolutamente tratables.
Sin ánimo de emitir juicios prematuros, sabemos que la corrupción traspasa todos los ámbitos y es posible hablar de profesionales con títulos comprados en este país que ya no nos pertenece y en el que los pobres siempre salimos perdiendo, por eso es difícil descartar la presunta responsabilidad de los médicos involucrados.
Se siente mucho la pérdida de una mujer joven, apenas de 42 años, una madre y una esposa, pero así también pesa la pérdida de una lideresa porque su formación llevó un proceso arduo de toma de conciencia y de adquisición de valores que se enfocan en provecho de su comunidad, que de alguna manera también quedó huérfana.
Esperamos que los familiares, amigos y deudos de Silvia encuentren consuelo pero también que mantengan ánimo resuelto para la búsqueda de la verdad, una investigación exhaustiva por parte del Ministerio Público y eventualmente castigo ejemplar para quienes resulten señalados por las evidencias de ser culpables de esta ausencia tan definitiva.
Los monocultivos de eucalipto y megaproyectos extractivistas son grandes amenazas para la comunidad indígena Santa Rosa del pueblo Qom de Cerrito, Chaco paraguayo. Estamos en resistencia porque nuestra cultura y formas de vida están siendo amenazadas por la violencia de grandes corporaciones que buscan violentar los derechos de los pueblos indígenas y de la naturaleza, afectando de manera desproporcionada a las mujeres de la comunidad.
Nuestra cultura está profundamente conectada con la naturaleza y sus formas de vida, y estamos luchando para defender nuestro territorio, nuestros cuerpos, los bosques y la biodiversidad.
En ese marco, queremos celebrar el aniversario de nuestra comunidad este 26 de agosto, y compartir con otras comunidades vecinas nuestras danzas, cantos y cultura para movilizar a nuestros aliados y aliadas. Para realizar esta actividad, y continuar nuestras acciones de incidencia, necesitamos tu ayuda. ¡Doná ahora y ayudanos a seguir resistiendo y a llevar fuerza de lucha a nuestro pueblo!
Eucalyptus monoculture plantations and mega extractivist projects are major threats to the Qom Indigenous People’s Santa Rosa Community, in Cerrito, in the Chaco of Paraguay. We are in resistance because our culture and livelihoods are under threat by the violence of large corporations that seek to violate the rights of Indigenous Peoples and nature, disproportionately affecting women of the community.
Our culture is deeply connected to nature and its livelihoods, and we are fighting to defend our ancestral lands, our bodies, forests and biodiversity.
We want to celebrate the anniversary of our community, on August 26th, sharing with other neighboring communities our dances, songs and culture to mobilize our allies. To carry out this activity, and to continue our advocacy actions, we need your help. Donate now and help us to continue resisting and to bring the strength of struggle to our people!
National Organization of Indigenous and Rural Women (CONAMURI)
Donations via Western Union (only cash pick up):
Given name(s): Bernarda
First surname: Pesoa
Second surname: Torres
Address: Barrio Sajonia calle Colón y Berlín 1185 casi Juan León Mallorquin
Desde la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas CONAMURI, reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de los derechos y la dignidad de las comunidades indígenas de Paraguay y, en ese sentido, nos solidarizamos con los pobladores de la comunidad indígena Ára Yvoty, del pueblo mbya guaraní, quienes se encuentran atravesando una difícil situación en su proceso de reubicación.
Es preocupante constatar que, a pesar de los esfuerzos de la comunidad por adaptarse a su nueva realidad en la colonia San Antonio, del distrito de Yhú, las gestiones para adquirir las tierras son prolongadas y llenas de obstáculos burocráticos. Teniendo en consideración a las 50 familias en extrema pobreza que depositan su esperanza de un pedazo de tierra en este proceso, urgimos a las autoridades del Instituto Paraguayo del Indígena (INDI) agilizar los trámites para garantizar el acceso efectivo a la tierra y mejorar las condiciones de vida de estas familias en condiciones vulnerables.
La resistencia bajo carpas en forma pacífica de las familias indígenas durante más de un año, primero en el Parque Guayakí y ahora en Yhú, es una muestra de su determinación, perseverancia y buena fe. Sin embargo, resulta inaceptable que decenas de niños estén sufriendo hambre debido a la falta de asistencia por parte del INDI. Instamos a la institución a cumplir con su promesa de brindarles herramientas menores y, sobre todo, alimentación adecuada mientras esperan la solución definitiva de su situación.
Entendemos que ciertos temas administrativos y financieros puedan encontrarse congelados debido al cambio de Gobierno que se llevará a cabo el 15 de agosto. No obstante, exhortamos a las autoridades del INDI a priorizar la atención de esta problemática y ofrecer una pronta solución a la comunidad indígena Ára Yvoty, que en los últimos días se encuentra ocupando las veredas de la institución en la capital, forzados al cierre de ruta intermitente para hacerse sentir.
Como organización, seguiremos monitoreando de cerca este caso y respaldaremos las acciones que la comunidad decida en la búsqueda justificada de una vida digna y el buen vivir.
Asunción, 3 de agosto de 2023.
Contactos:
Samuel Peralta Pereira (líder comunitario): 0976 199586
Alicia Amarilla (secretaria de Relaciones Conamuri): 0982 537627
Este viernes 30 de junio, de 08:00 a 17:00 en la Plaza de la Democracia, se realizará una edición más de “Heñói Jey Paraguay”, la feria nacional de semillas nativas y criollas. Esta actividad se desarrolla como antesala del X Congreso Latinoamericano de Agroecología que tendrá lugar en Asunción.
La Plataforma Heñói Jey Paraguay reúne a organizaciones indígenas, campesinas, ambientalistas, de derechos humanos, de la sociedad civil con el objetivo de proteger y visibilizar la importancia de las semillas nativas y criollas para la promoción y conservación de la soberanía alimentaria. Este año el lema que los convoca es “¡Nuestras semillas, nuestra soberanía!”.