En la hoy enrejada plaza Uruguaya, integrantes de la Coordinadora Nacional de Organizaciones de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas (Conamuri), realizaron un foro abierto para conmemorar el día internacional de la mujer trabajadora, este jueves último, a partir de las 16:00 hs.
La actividad tuvo por nombre “Kuña, yvy ha tekove” (“Mujer, tierra y vida”) y contó con la transmisión en directo de Radio Viva FM. De la misma participaron alrededor de cien personas, provenientes de diferentes organizaciones sociales, aparte de Conamuri, como OLT, MCNOC, MCP, la Asamblea Permanente de la Plaza Uruguaya, la Coordinadora Nacional por la Recuperación de las Tierras Malhabidas y el público general interesado.
El propósito del evento fue analizar la trayectoria de lucha de las organizaciones de mujeres indígenas y campesinas por el acceso a la tierra, la defensa del territorio, la soberanía y la vida. En ese sentido, el espacio permitió un extenso debate en torno a la coyuntura nacional, intercalando un diálogo participativo en donde los temas en su mayoría consideraban las reivindicaciones de los derechos campesinos e indígenas, y en particular, los derechos de las mujeres del campo.
La concurrencia coincidió en reconocer la importancia de la trayectoria de lucha y de trabajo de las mujeres rurales más empobrecidas por este modelo de sociedad capitalista, racista y patriarcal. Así también se planteó que los tres poderes del Estado deberían trabajar de forma coordinada para una mayor cobertura de derechos que beneficie a este amplio sector de nuestro país.
Se criticó, a su vez, el modelo agroexportador y dependiente que se tiene en el campo, el cual se constituye en la mayor razón por la que la agricultura campesina e indígena de pequeña escala y la soberanía alimentaria se ven amenazadas, trayendo como consecuencia la migración forzosa de las poblaciones, la expulsión de territorios indígenas por el cultivo de soja o la extensión de ganado, la destrucción de la biodiversidad, la reducción del hábitat y la acentuación de la violencia estructural en su faceta más sombría.
Coincidieron, además, en la urgencia por concretar una reforma agraria integral en el contexto de lucha que moviliza, sobre todo, a las organizaciones campesinas e indígenas, pues, en palabras de una habitante de Alto Paraná: “la falta de tierra trae consigo la falta de alimentos”.