Comunicado de la Red de Semillas Nativas y Criollas
La Red de Semillas Nativas y Criollas nace de un proceso colectivo que se remonta a más de una década atrás. En el año 2011, organizaciones campesinas, indígenas, sociales y ambientales de todo el país, junto al Senave del periodo político de Fernando Lugo, nos unimos en defensa de las semillas nativas y criollas, en un contexto de avidez del agronegocio y la instalación de semillas transgénicas. Este proceso fue llamado en sus inicios “Heñói Jey Paraguay”, y fue impulsado con la convicción común de que las semillas son la base de nuestra soberanía alimentaria, de nuestra cultura y de nuestra vida como pueblo.
Desde aquel primer encuentro en 2011, y con más fuerza en el Segundo Encuentro Nacional de 2012, fuimos consolidando una plataforma integrada por varias organizaciones y compañeras, compañeros que caminaban a nuestro lado, que dio vida a las Ferias Nacionales de Semillas, a intercambios de saberes, y a encuentros de lucha y resistencia. Años después, ese proceso decantaría en lo que hoy es la Red de Semillas Nativas y Criollas Heñói. No fue el proyecto de una sola persona ni de una sola organización: fue el fruto del trabajo común, del compromiso y del aporte de muchas comunidades y colectivos de todo el país.
Hoy, con profunda inquietud, los que integramos la Red denunciamos que una de las organizaciones que formó parte de este proceso ―el Centro de Estudios Heñói― rompe con el espíritu colectivo que nos dio origen. Esta organización viene convocando a encuentros y ferias bajo el nombre de “Heñói”, como si nada hubiera pasado, desconociendo los principios fundacionales de la plataforma y desoyendo los reiterados llamados al diálogo, ignorando además los reclamos de las demás organizaciones que integramos esta Red.
Las organizaciones y personas abajo firmantes acordamos no continuar en espacios de coordinación sin garantías de diálogo abierto y transparente, y rechazamos prácticas que reproducen formas de atropello, ninguneo y verticalismo en la toma de decisiones, movidas por la desvinculación injusta y unilateral de compañeros y compañeras que, con compromiso y ética, contribuyeron de forma decisiva al proceso de consolidación de esta plataforma.
Desde la Red de Semillas sostenemos que nuestro proceso no es propiedad ni legado de ninguna organización ni de ninguna persona en particular. El uso del nombre “Heñói” como bandera institucional por parte del Centro de Estudios no puede continuar sin consecuencias, ya que implica la apropiación simbólica de un camino colectivo construido desde abajo, por las manos campesinas e indígenas que sostienen esta lucha durante más de una década y basados en prácticas milenarias transmitidas de generación en generación en sus territorios.
Reafirmamos que la Red de Semillas es anterior al surgimiento del Centro de Estudios Heñói, y, por tanto, rechazamos todo intento de capitalizar políticamente este proceso en beneficio de intereses particulares o institucionales.
Reivindicamos nuestro derecho a la autonomía organizativa y exigimos el respeto a los acuerdos colectivos. Llamamos a todas las organizaciones aliadas, movimientos sociales, instituciones públicas y actores comprometidos con la soberanía alimentaria a reconocer y respaldar este proceso tal como surgió: como una plataforma campesina, indígena y popular, nacida de la lucha colectiva.
Las semillas no deben privatizarse es nuestra primera consigna: se siembran en comunidad, se cuidan con afecto, se comparten con dignidad.
Red de Semillas Nativas y Criollas del Paraguay
12 de abril de 2025
FIRMAN:
1) Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri
2) Organización Cultiva Paraguay
3) Articulación de Ollas Populares Pykui
4) Organización de Lucha por la Tierra – OLT
5) Federación de Productores de Yerba Mate del Norte de Itapúa
6) Asociación de Productores Ecológicos de Nueva Alborada
7) Asociación Oñoirũ
8) Comité de Productores Agrícolas Recoleta (TMI)
9) Don Alfonso Maidana, guardián de las semillas
10) Ing. Vicenta Blanco, consultora agroecológica
11) Ceveriano Silva Pedrozo, coordinador del Programa de Desarrollo Integral Agroecológico de la Pastoral Social de Encarnación – Nueva Alborada
12) Juan Báez, responsable del área de Asesoría y coordinador de la Pastoral Indígena de la Diócesis de Coronel Oviedo
13) Celia Candia, referente de la comunidad de Barbero – San Pedro
14) Fabiola Melgarejo, consultora en proyectos de desarrollo comunitario
Desde la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas CONAMURI, queremos compartir nuestra profunda preocupación ante la propuesta de legisladores cartistas, quienes plantean eliminar el Ministerio de la Mujer y el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia para reemplazarlos por un llamado “Ministerio de la Familia”.
Sabemos muy bien, desde nuestras vivencias como mujeres campesinas, indígenas, trabajadoras y defensoras de derechos, lo que costó lograr que existan instituciones que atiendan nuestras realidades específicas. No fue un regalo: fue el resultado de años de lucha, de organización, de diversas mujeres que no se callaron y que exigieron al Estado políticas públicas que nos reconozcan y protejan, como es su obligación y responsabilidad con nosotras, ciudadanas de este país.
El Ministerio de la Mujer ha sido clave para visibilizar las desigualdades, para acompañar a mujeres víctimas de violencia con la Ley 5777. El Ministerio de la Niñez y la Adolescencia tiene el rol de trabajar para que niñas, niños y adolescentes tengan una vida digna, libre de abusos, con derechos garantizados. ¿Qué mensaje da el Estado si decide eliminar estas instancias?
Crear un Ministerio de la Familia no es solo un cambio de nombre. Es una forma de borrar nuestras luchas, de esconder las violencias que vivimos, de imponer una visión única de lo que debe ser una familia, negando la diversidad que existe en nuestros hogares y comunidades. Según el informe de la CDIA, cada día un promedio de 106 mujeres fueron víctimas de violencia en el año 2024; entre enero y febrero de este año, la Fiscalía recibió 7.513 denuncias de violencia intrafamiliar, es decir, aumentó a 127 mujeres violentadas por día. Los casos de feminicidio durante el 2024 alcanzaron a 34 mujeres y dejaron 65 niñas y niños en orfandad. En lo que va de este año se han registrado tres casos de feminicidio y 14 intentos de feminicidio.
Nos preocupa porque esta propuesta es un retroceso de derechos. Porque cuando se habla de “familia” sin hablar de derechos, sin hablar de igualdad, sin hablar de protección real, lo que se impone es el silencio. Y el silencio ante las violencias nunca será una opción para nosotras.
Además, la eliminación del Ministerio de la Mujer significaría ignorar compromisos internacionales que el Estado paraguayo ha asumido, como la CEDAW (Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer), que en su Recomendación General N.º 19 reconoce la violencia hacia las mujeres como una forma de discriminación y exige a los Estados adoptar medidas concretas para prevenirla, sancionarla y erradicarla. Retroceder en políticas públicas de género es también incumplir con estándares internacionales que buscan proteger nuestras vidas y derechos.
Exigimos un Estado presente, que cuide, que escuche, que garantice nuestros derechos. No vamos a retroceder.
Desde CONAMURI decimos con claridad:
¡No aceptamos que se borren nuestras conquistas!
¡No aceptamos que se ignore la voz de niñas, adolescentes y mujeres de todo el país!
Juntas y organizadas ña defende ñande derecho, es la consigna con la que nos convocamos a la marcha de este año, vemos con impotencia la profundización de la precarización laboral que es la precarización de la vida misma y que impacta principalmente en la vida de nosotras, las mujeres.
Nosotras, mujeres de organizaciones del campo y la ciudad, mujeres autoconvocadas, campesinas, indígenas, comunicadoras, sindicalistas, docentes, periodistas, trabajadoras sexuales, mujeres con discapacidad, afrodescendientes, abogadas, lideresas de ollas populares, mujeres de partidos políticos, diseñadoras gráficas, mujeres Trans, mujeres Bisexuales, Lesbianas, estudiantes, bañadendes, mujeres neurodivergentes, nos manifestamos contra la mafia y el crimen organizado que se apoderó del poder en el Estado en estos últimos años.
El 8 de marzo recordamos en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en homenaje a las mujeres que hace más de un siglo, vienen luchado por la paz, por la justicia social, por la igualdad, por mejorar las condiciones de trabajo y por otras reivindicaciones que fueron banderas de lucha del movimiento de obreras y de feministas.
El contexto en el que nos encontramos actualmente en el mundo y en nuestro país, es altamente desfavorable para la clase trabajadora en general, pero mucho más para las mujeres trabajadoras, que en su mayoría sufrimos a diario las duras condiciones de trabajo precario, y la suma de tareas domésticas y de cuidado, que agotan nuestra vida y nos expone a sufrir más violencia.
Los discursos y las políticas represivas promovidas por sectores antiderechos impulsadas por líderes como Trump y Milei han fortalecido un movimiento conservador en América Latina que amenaza los avances en derechos de las mujeres. Esta influencia conservadora profundiza desigualdades y expone a las mujeres y diversidades a mayores riesgos.
Los discursos de odio y la desinformación promovida por sectores antiderechos y fascistas avanzan sobre una agenda de la mentira, buscando desvirtuar el conocimiento y los avances de la ciencia.
Las últimas filtraciones de los mensajes de Lalo Gómez muestran como el Estado está cooptado por el crimen organizado. Denunciamos hoy que todos los espacios de poder están ocupados por peones de la mafia, cuyo dominio alcanza a las comunidades donde entran a intermediar lo comunitario, ganar espacios y violentar nuevamente, a las mujeres, porque la mafia se instala a través del esquema de la violencia.
La propuesta de eliminación del Ministerio de la Mujer, Ministerio de la Niñez y las Adolescencia y la ley 5777 De Protección Integral de las mujeres lanzadas desde el gobierno y voceros del cartismo muestran claramente cómo el machismo y la misoginia están institucionalizados. Con esta propuesta pretenden dejar en total desprotección a las mujeres y niñeces de nuestro país. Advertimos que nos mantendremos en alerta y en defensa de la institucionalidad.
La implementación del material “Educación de la afectividad y la sexualidad en la Escuela (EASE)” en las instituciones educativas, impuesto por el MEC y los sectores fundamentalistas es una clara muestra de la negación de nuestros derechos al tratar los temas con contenidos discriminatorios, con sesgos religiosos, anticientíficos.
En este día, con todas las voces de las mujeres del mundo DENUNCIAMOS que:
Enfrentamos micromachismos y discriminación cotidiana en los espacios de trabajo, lo que afecta nuestro bienestar físico, emocional y mental.
Muchos derechos que creíamos conquistados, están en riesgo. Los derechos a una jubilación digna, a un salario igual que los hombres por igual trabajo, a ocupar puestos de trabajo sin discriminación alguna, a ejercer la política, a formar parte de la directiva de los sindicatos, hoy nos son negados.
El incremento en el costo de vida, la suba de precio constante de productos de la canasta básica, la falta de transporte y el transporte en mal estado, suba de los peajes y la electricidad afectan desproporcionadamente a las mujeres, sobre todo a quienes asumen la maternidad y el cuidado en forma solitaria, y que se ven obligadas a emplearse en puestos de trabajo de bajos ingresos incluso peligrosos para resolver la alimentación, la vivienda, la salud y la educación de sus familias.
Este gobierno plantea nuevas leyes que solo favorecen a las patronales y precariza aún más la vida de las y los trabajadores, quienes ya hacemos malabares con nuestro salario que no alcanza ni para lo básico en la mayoría de los casos, a consecuencia de la inflación. Las mujeres trabajadoras tenemos el rol de administrar lo poco que alcanzamos para llevar un plato de comida a nuestras casas, ani hagua ivare’a ñande familia.
Denunciamos la falta de protocolos efectivos que permitan a las mujeres hacer sus denuncias y estar seguras de que no serán nuevamente las víctimas de las patronales y que sus derechos como trabajadoras serán respetados. Estos lugares de trabajo como maquiladoras, así como las cadenas de supermercados, las empresas de limpieza, de seguridad privada, no generan condiciones para que las mujeres puedan organizarse en sindicatos para proteger sus derechos laborales y, ante una posibilidad de hacerlo, son despedidas. En empresas maquiladoras, las trabajadoras son sometidas continuamente a condiciones insalubres, exponiéndose a enfermedades evitables sin ningún control en estos lugares de trabajo; se suman a esto, la exposición constante al acoso laboral, psicológico y sexual. En sectores donde trabajan mujeres migrantes y refugiadas, las condiciones laborales son aún peores porque enfrentan mayor explotación y vulneraciones de sus derechos.
La maternidad, aunque garantizada en la legislación laboral se hace cada vez más difícil, porque simplemente omiten a mujeres jóvenes que expresan deseos de ser madres, o a las que ya lo son les niegan los puestos de trabajo, para “ahorrar” y para no tener “problemas”. Existe por ello cada vez más una reducción de empleos para las mujeres, y como consecuencia nos empleamos en trabajos de cuidado, altamente opresivos, desvalorizados, con baja remuneración, y la mayoría de las veces no remunerados. Este tipo de trabajo también incluye a las niñas y jóvenes como criadas perpetuando una práctica cultural de explotación.
La crisis climática afecta a toda la población y deja a Paraguay como uno de los países con temperaturas más altas del planeta. La temperatura de 40° grados, incluso llegando a casi 50° la sensación térmica torna imposible las condiciones de vida para trabajar, para estudiar y para vivir. Esto no es casual, es consecuencia directa de la deforestación causada por las grandes extensiones de monocultivos de soja transgénica, perpetrados por las empresas transnacionales, quienes utilizan de manera irracional nuestros recursos naturales en beneficio propio. Estas condiciones climáticas, con altas temperaturas, sequías, inundaciones que no son “naturales” generan a su vez una escasez alimentaria, repercutiendo en la calidad de los alimentos que consumimos en el campo y en la ciudad, aumentando los costos y haciendo cada vez más inaccesibles el acceso a ellos.
En el campo para las mujeres campesinas e indígenas esta crisis climática afecta directamente a la cosecha de la producción, a la salud y la alimentación, quienes ya enfrentamos pobreza extrema y además somos responsables de la producción de alimentos. Muchas veces tener menos o nada de producción para autoconsumo y menos aún para la renta, situación que nos lleva muchas veces a salir de la chacra a rebuscarnos como trabajadoras domésticas remuneradas, con salarios bajísimos que violan la ley de trabajo doméstico, pero ante la necesidad extrema lo aceptamos. Se suman la amenaza constante de desalojos, los desalojos con violencia extrema, la criminalización de la lucha por la tierra con la Ley Zavala-Riera, siendo estas las únicas formas de presencia del Estado.
El acceso al agua también es un derecho no garantizado para las comunidades y barrios. Las mujeres indígenas deben caminar 20 kilómetros ida y vuelta para traer agua a sus casas. En el caso del Bañado Sur, el agua también falta y el agua que se provee a través de cisternas son insalubres, enfermando a las familias de la comunidad. Es inadmisible que la falta de agua y la mala calidad del agua, siga siendo parte de la cotidianeidad de muchas comunidades rurales y asentamientos urbanos, generando mayores niveles de desigualdad y poniendo en peligro la salud las personas principalmente de mujeres embarazadas, niñas, niños y adultas/os mayores.
Los programas sociales Abrazo, Tekoporã y el de adultos mayores, no están llegando a las familias y a las comunidades que más lo necesitan, vemos como siguen siendo manejados a través de los favores de “correlí”. El discurso de privilegios está profundamente arraigado y afecta las oportunidades de las mujeres, y las familias, principalmente en las zonas rurales.
El Ministerio de Desarrollo Social no está cumpliendo con la gestión de los recursos de las ollas populares y de los comedores comunitarios, apenas han reportado la ejecución de 5% del presupuesto y han hecho entrega de apenas dos veces las provistas no perecederas. Las verduras, huevos y carne se siguen gestionando en las comunidades con binguitos, rifas, venta de comidas, chipas por las mujeres. El hambre en las comunidades sigue creciendo ante la mirada complaciente de las autoridades.
La pobreza y la falta de oportunidades obliga a las mujeres a migrar del campo a la ciudad y a países lejanos, produciendo un terrible desarraigo al abandonar su tierra y su familia. Está situación vivida ya desde hace muchos años, en estos últimos meses vuelve a crecer; nuestras compatriotas deben viajar en busca de trabajo para mantener a sus familias a Brasil, Europa y a otros lugares
La persecución de mujeres trabajadoras cuentapropistas, que se dedican a vender productos en las calles y a cuidar coches para sustentar a sus familias es una política de criminalización. Ellas están siendo violentadas por la policía, que además de detenerlas, las extorsionan con pedido de dinero y si no lo entregan son esposadas y maltratadas, en un claro ejemplo de abuso de poder.
La persecución sindical y laboral en los lugares de trabajo sigue estando presente, lo que incide doblemente en las mujeres.
Sumamos también nuestras voces denunciado la inacción del Estado ante la emergencia sanitaria del IPS, que se sostiene con la plata de aportantes, sin embargo, ofrece un servicio deficitario y criminal, fruto de una corrupción sistemática, de un servicio de salud deficiente pues ni siquiera llega a todo el país, donde los mamógrafos una vez descompuestos pasan años sin ser repuestos.
La cultura patriarcal sigue priorizando a varones para ocupar cargos políticos y de liderazgo, en todos los ámbitos. La violencia política contra las mujeres es una estrategia sistemática para excluirnos de los espacios de poder y silenciar nuestras voces. Desde agresiones verbales y campañas de desprestigio hasta amenazas y acoso, las mujeres que participan en política enfrentan una constante hostilidad, tanto dentro de sus propios partidos como en el debate público.
Denunciamos como la institución policial ha discriminado a las mujeres que se presentaron al llamado de exámenes de ingreso, por el hecho de ser mujeres. Han obtenido los mayores puntajes, pero no han sido admitidas.
Las mujeres con discapacidad enfrentan múltiples barreras que limitan su acceso a derechos fundamentales como la educación, el empleo y la salud. La falta de infraestructura accesible y de políticas inclusivas profundiza la exclusión social y la discriminación.
La población afrodescendiente continúa siendo invisibilizada y discriminada por el estado. Hasta la fecha, sigue excluida del Censo Nacional, lo que perpetúa su falta de reconocimiento y acceso a derechos. Además, muchas personas afrodescendientes se ven obligadas a renunciar a su identidad cultural para acceder a empleos, enfrentando exigencias como eliminar sus trenzas para ser contratadas.
La lucha de las mujeres trabajadoras, no debe tener barreras geográficas, de lenguaje, de leyes, ni de cuerpos y más cuando enfrentamos las mismas violencias, nuestra lucha debe ser colectiva y lo vamos a repetir con claridad, las trabajadoras sexuales son parte de este mundo y no daremos un paso atrás en la defensa de sus derechos.
Las mujeres Trans a diario reciben ataques y son violentadas. Una de las poblaciones más vulnerables y empobrecidas al no ser tenidas en cuenta en el desarrollo de políticas públicas. Lideresas Trans son acosadas por autoridades del parlamento que tienen la obligación de legislar para todas, todos y todes, sin distinción.
Las estudiantes universitarias organizadas, no toleramos el acoso en las universidades. Exigimos justicia, protocolos efectivos y espacios seguros para todas.
Las emprendedoras necesitamos políticas públicas reales, acceso a la formalización, créditos, bancarizacion y otras facilidades acordes a la realidad. La nueva ley para MIPYMES promete una mayor flexibilidad pero a costa de la precarización laboral de quienes prestan servicios. Necesitamos guarderías, más centros de Emprendedurismo, facilidad para contar con puntos de venta, acceso a tecnología y capital semilla.
Las trabajadoras del teatro y las artistas en general, exigen el reconocimiento de su labor, no solo como una expresión artística, sino como un oficio legítimo que merece los mismos derechos que cualquier otra profesión. Las actrices y artistas de diversas áreas desempeñan un papel esencial en la sociedad, y su trabajo debe ser valorado en igualdad de condiciones con otras ocupaciones. Que se ponga en vigencia la Ley 4199/2010 del seguro social para artistas sin relación de dependencia.
Reivindicamos la autonomía y el respeto por todos los cuerpos, desafiando la gordofobia que lastima y a los estándares patriarcales de belleza. Nuestros cuerpos no necesitan ser corregidos, ni ser atacados, sino reconocidos en su dignidad y diversidad.
Exigimos la aprobación del proyecto de ley contra toda forma de discriminación que permita un marco legal que garantice la defensa de derechos ante acciones de discriminación.
Exigimos al Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible – MADES – como institución responsable de la cuestión ambiental en el país, que cumpla con su trabajo, aplique medidas de protección ambiental reales y frene con la entrega indiscriminada de licencias ambientales como favores o moneda de cambio a las empresas responsables de la contaminación ambiental.
Exigimos una vez más una Ley de Educación Sexual Integral que aborde la prevención del abuso sexual y establezca los mecanismos para garantizar la atención y tratamiento en los casos de haber sido víctimas de abuso. Es urgente que el Estado asuma su responsabilidad y brinde herramientas reales para proteger nuestras vidas y derechos.
Exigimos que se ponga en vigencia la Ley 4199/2010 que las actrices esperan hace 15 años.
Exigimos el cumplimiento de la Ley N.º 6634/2020 que debe garantizar la igualdad de condiciones para el acceso, selección y admisión en las unidades académicas de formación de la Policía Nacional.
Exigimos una vez más la aparición con vida de Lichita, justicia para las niñas Lilian Mariana Villalba y María Carmen Villalba. El Comité de los Derechos de la Niñez de la ONU en enero de este año publicó un informe en el que responsabiliza a Paraguay de haber cometido graves violaciones a los derechos humanos en septiembre del 2020.
Todas las situaciones expuestas también tienen consecuencia directa en la salud mental, cargar con tantas responsabilidades y necesidades afecta profundamente el bienestar de las mujeres. Y va en crecimiento los problemas de salud mental como consecuencia de la precarización de la vida.
El gobierno debería preocuparse por aplicar políticas públicas ya existentes con presupuesto para llegar a toda la población, porque esa es su responsabilidad, no perseguir a la ciudadanía que se organiza para exigir derechos humanos básicos.
Hacemos un llamado a acompañar a las compañeras periodistas, comunicadoras y productoras que se animaron a denunciar y acompañar a compañeras que habían sido víctimas de acoso sexual en el grupo Alba visión por Carlos Granada. En abril inicia el juicio y todas debemos unirnos para exigir justicia, no más impunidad para los acosadores como Granada. Queremos que todas podamos estar en espacios laborales que estén libres de acoso.
Desde la Articulación Feminista, nos solidarizamos con las mujeres palestinas, quienes resisten la ocupación y la violencia colonial sionista. Exigimos que sus vidas sean respetadas, que puedan ejercer su derecho a la reparación soberana de su territorio.
Como mujeres organizadas, seguimos creciendo a pesar de las trabas estructurales, económicas, políticas y culturales, y asumimos que debemos sortear muchos desafíos como organizaciones feministas de clase, que, a pesar de todo, seguimos saliendo a las calles, seguimos exigiendo derechos, seguimos gritando con todas sus fuerzas que NO ESTAMOS SOLAS. Tenemos un largo historial de resistencias y luchas, la convicción de lograr una vida mejor es nuestra fuerza, conquistar derechos nos mueve, nos queremos vivas, libres y con trabajos dignos siempre.
Es por eso que seguimos organizadas en la Articulación Feminista, llamamos a organizarnos, a articularnos con organizaciones para unir nuestras fuerzas y defender los derechos de toda la población paraguaya, ocupemos las calles con cada una de nuestras demandas y nuestras propuestas para alcanzar un Paraguay con vida digna.
En las comunidades y barrios seguimos cocinando en las ollas populares a pesar de todas las limitaciones porque nuestro compromiso de entregar un plato de comida es más fuerte que las adversidades, en el campo seguimos produciendo alimentos para el campo y la ciudad desde la Agroecología como modo de producción y de vida, en las instituciones educativas, en los lugares de trabajo y espacio comunitarios luchamos para que las mujeres conozcan sus derechos y puedan vivir una vida libre de violencias. Trabajamos constantemente en propuestas que defiendan realmente la vida y la familia con información real y lejos de los discursos de odio. Durante las marchas proponemos un espacio de Feria Solidaria de la Economía Feminista porque nuestros principios como mujeres trabajadoras es juntamente crear espacios en donde podamos apoyarnos a impulsar la economía y fortalecer las redes comunitarias.
Celebramos una vez más esta convocatoria, porque te sumaste a exigir tus derechos con tus carteles, preparándote para llegar hasta acá, es claro que el feminismo es el proyecto político que nos convoca para cambiar las desigualdades que sufrimos. Por eso nos convocamos a estar en alerta, a tomar las calles por nuestros derechos y el de toda la población paraguaya.
¡Trabajadoras juntas y organizadas, ñadefende ñande derecho!
Nos hacemos eco de este espacio de formación política en torno a la figura de la monumental Rosa Luxemburgo. Las inscripciones están abiertas.
La Fundación Rosa Luxemburg invita a participar en el curso gratuito en línea «El legado revolucionario de Rosa Luxemburgo», iniciativa que conecta el pensamiento transformador de esta importante figura histórica con los desafíos contemporáneos.
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¿Por qué participar?
Rosa Luxemburg dejó un legado intelectual y político que se extiende a lo largo de generaciones. En este curso se explorarán sus ideas sobre el socialismo democrático, la justicia social, el feminismo, la ecología y la economía crítica a través de contenidos accesibles y educativos.
Se trata de un curso introductorio, con cinco clases cortas y dos entrevistas exclusivas, que presenta análisis realizados por reconocidos expertos, tales como:
Isabel Loureiro, filósofa, escritora y traductora brasileña, reconocida como una de las mayores expertas en Rosa Luxemburgo en Brasil.
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La inscripción se realiza completando el formulario de inscripción. Una vez hecho este procedimiento, se recibirá un correo electrónico de confirmación.
Hoy, sábado 23 de noviembre, estamos recibiendo a las delegadas que participarán del Seminario Internacional “Hablemos de Feminismo desde los Territorios”, a desarrollarse el 24 y 25 de noviembre en la Casa de Retiro Betharram, ciudad de Lambaré.
Se trata de un espacio de reflexión y acción colectiva que reunirá a lideresas, activistas, referentes y organizaciones de base para abordar, desde una perspectiva feminista, los desafíos que enfrentan las mujeres en comunidades rurales y urbanas.
Programa
El domingo 24 de noviembre el seminario iniciará con una ceremonia de mística, seguida a las 8:30 del primer panel, titulado “Contexto político, social, ambiental y económico desde la mirada feminista”, con disertaciones de expertas como Marielle Palau, Clyde Soto y Verónica Serafini.
Tras el debate y la conformación de grupos de trabajo, el encuentro continuará a las 14:00 con el panel “Feminismo desde los territorios”, instancia en la que Perla Álvarez (CLOC LVC); Margarita Aquino e Isidora Tito Munzón, representantes de Renamat (Bolivia); Claudia Korol, referente de Pañuelos en Rebeldía (Argentina), y una delegada de la Marcha Mundial de Mujeres (a confirmar), tomarán la palabra para aportar elementos sobre el tema propuesto. La jornada concluirá con la presentación de los trabajos grupales.
El lunes 25 de noviembre, el tercer panel comenzará a las 08:30, y estará a cargo de las organizaciones aliadas PsicoFem, Consultorio Feminista y TEDIC, quienes compartirán experiencias y propuestas desde sus campos de acción.
Posteriormente, se proyectará un documental que servirá como base para los trabajos grupales. La tarde estará dedicada a la definición de compromisos y conclusiones, cerrando a las 16:00 con el traslado de las delegaciones a la plaza para participar en la marcha nacional contra toda forma de violencia hacia las mujeres, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Conamuri, como parte de la CLOC-Vía Campesina, es una organización comprometida con la defensa de los derechos de las mujeres rurales e indígenas, la soberanía alimentaria y la agroecología. Con una trayectoria de 25 años, impulsa espacios de formación, articulación y lucha, promoviendo el protagonismo de las mujeres como actores clave en la transformación social.
El sábado 14 de septiembre, la Escuela de Agroecología de Conamuri llevó a cabo una exitosa Jornada de Agroecología en la Finca de Francisco Prieto, situada en la comunidad de Santory, en el distrito de Repatriación, departamento de Caaguazú. Este encuentro se desarrolló en un contexto de creciente preocupación por la amenaza inminente de la plantación de soja transgénica en terrenos adyacentes, lo que motivó a la comunidad a mantenerse unida y movilizada en defensa de su territorio.
La jornada no solo fue una instancia de aprendizaje práctico y teórico, sino también una manifestación de solidaridad con aquellas y aquellos que luchan por preservar un entorno libre de agrotóxicos. La comunidad de Santory, históricamente comprometida con la agroecología y la defensa del medio ambiente, busca proteger su salud y la de su ecosistema frente a las imposiciones del modelo agroindustrial.
Con el apoyo del ingeniero Pablo González, del Centro de Estudios Heñói, se llevaron a cabo diversas actividades pedagógicas y productivas. Las y los participantes tuvieron la oportunidad de aprender a elaborar biofertilizante líquido, técnica que sirve para fomentar la agricultura sostenible y reducir la dependencia de químicos nocivos. Este conocimiento es importante para fortalecer la producción agroecológica local y garantizar la Soberanía Alimentaria de las familias campesinas.
Naciente que baña al territorio de Santory.
La jornada también incluyó un recorrido hasta una naciente de agua que se encuentra en riesgo debido a la intención de cultivo de soja transgénica por parte de un poblador que está comprando terrenos en la zona. En este sitio crítico, se discutió el papel vital que desarrollan los humedales y los ecosistemas acuáticos, así como las medidas necesarias para su conservación. Las y los participantes dialogaron sobre el papel esencial que juegan los bosques en la regulación del agua y la preservación de la biodiversidad, en lo que fue una reafirmación del compromiso colectivo con el cuidado del medio ambiente.
Además, se realizaron prácticas sobre la siembra y riego de plantas forestales, enfocándose en técnicas que promuevan un crecimiento rápido y saludable. Esta actividad, además de contribuir a la restauración de áreas verdes, también es una estrategia para hacer frente a los efectos del cambio climático, que han sido exacerbados por el modelo extractivista vigente en el país y la región.
La Jornada de Agroecología de Conamuri se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio por empoderar a las comunidades campesinas e indígenas y fomentar una agricultura que respete tanto a las personas como a los bienes naturales. Las y los participantes están convencidos de que el trabajo conjunto y la educación son herramientas imprescindibles para enfrentar los desafíos ambientales y sociales que enfrentan en su lucha por un futuro más justo y sostenible.
Desde la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri, levantamos nuestra voz en medio de una tristeza que nos traspasa de lado a lado. Los incendios que devoran vastos territorios en el Chaco no son una simple catástrofe natural. El fuego que hoy consume los bosques, que amenaza la vida de comunidades indígenas y de pueblos no contactados, es el fuego de la codicia. Es el fuego provocado por quienes, en nombre del agronegocio, queman la tierra para su propio beneficio, sin consideración por la vida que allí habita, por la historia que esos bosques cuentan, ni por el futuro que comprometen.
Nos unimos al dolor de los pueblos que sufren esta tragedia, cuyas vidas están enraizadas en esos territorios ancestrales. Sabemos que estos incendios no son casualidad, son la consecuencia de un modelo que prioriza el lucro sobre la vida, que explota y arrasa con lo que considera recursos, despreciando a la Madre Naturaleza que nos cobija y nos alimenta.
Ese cielo cubierto de humo es el reflejo de un capitalismo insaciable que no reconoce límites ni respeta la diversidad de vida que se apaga a medida que avanzan las llamas. Mientras las comunidades indígenas y campesinas tratan de resguardar los bienes de la naturaleza con prácticas saludables y saberes ancestrales, los acaparadores de tierra, esos que amasan grandes extensiones para su provecho personal, propician la agonía del territorio. Por eso los consideramos responsables de esta tragedia, responsables de este ecocidio que no solo destruye la flora y fauna, sino que también desgarra el tejido social y cultural de las comunidades que habitan estos territorios.
Bosque arrasado.
Es momento de transformar este dolor en una fuerza de resistencia y transformación. Aquellas que defendemos la vida, que practicamos la agroecología y creemos en la convivencia armoniosa con la naturaleza, llamamos a una sociedad que ame y valore la tierra, y que asuma su compromiso con las generaciones por venir. No podemos seguir tolerando la devastación en nombre del progreso.
Al Gobierno Nacional le demandamos una pausa ecológica inmediata. Es urgente que las instituciones se involucren y declarar el estado de emergencia para asistir directamente a las comunidades afectadas, no solo con recursos materiales, también con soluciones que garanticen la protección de sus territorios. Este momento requiere un compromiso firme con la vida, con la preservación de nuestro patrimonio natural y cultural, y con el respeto a los pueblos que han sido guardianes de esta región durante siglos.
Nuestro llamado es claro: ¡basta de incendios provocados, basta de destrucción! Por la vida, por el futuro, por la Madre Naturaleza, exigimos un cambio en las leyes y en las prácticas agrícolas ahora. Cada árbol que cae bajo el fuego, cada vida que se extingue entre cenizas, son un pedazo del mañana que se desvanece.
Un profundo dolor envuelve al Gran Chaco Americano, ¿se olvidan de que estamos de prestados en estas tierras? En un lugar muy frágil como el Chaco, lo más importante es la armonía, el equilibrio entre los seres vivos y no vivos. El viento puede ser un aliado porque corre veloz entre el bosque, las planicies y las ciudades, o puede ser el que de mala ganas avive el fuego entre los forrajes secos y lleve la noticia de un gran incendio.
Desde tiempos inmemorables, nuestros pueblos han habitado el Gran Chaco, la llegada del hombre blanco a estas tierras es reciente. Y la destrucción de la naturaleza es sorprendente, han creado leyes para sacarnos nuestros territorios, han creado leyes para protegerse de sí mismos, pero la avaricia, el odio a lo diferente y a la naturaleza les deja ciegos, creen ver un desarrollo próspero con la destrucción de nuestros medios de vida, el agua, el bosque, los animales.
Queremos dejar sentado que el fuego no tiene la culpa, no es culpa de la sequía, son las manos que avivan el fuego por el lucro las culpables; es importante el castigo a los culpables, pero la pérdida es enorme, miles de territorios en llamas, no hay dinero que pueda reponer lo perdido y los culpables saben eso.
Hacemos nuestro el dolor profundo de los hermanos y hermanas en aislamiento voluntario (Ayoreos), los últimos guardianes del bosque profundo, si ellos desaparecen todo lo que conocemos del Chaco va a desaparecer, el gran tigre no tendrá refugio, hacemos nuestro el dolor por el agravio al Pueblo Ayoreo, hacemos nuestro el dolor de las comunidades indígenas afectadas por la sequía, por la falta de alimentos, finalmente hacemos nuestro el dolor de los siete millones de habitantes del territorio de Paraguay.
Desde los Pueblos Indígenas que habitamos el Chaco paraguayo, hacemos un llamado urgente a todos y todas para exigir al Estado declarar en emergencia al Chaco. Buscar entre todos y todas un modelo de vida que respete a la Madre Tierra. El cambio climático exige la búsqueda de equilibrio del mundo que nos han prestado, debemos defender a la Madre Tierra.
Mariscal Estigarribia, 10 de setiembre del 2024
Mesa de Articulación de Organizaciones de Pueblos Indígenas
Coordinadora Prof. Hilaria Cruzabie
Vice coordinador Prof. Villalba Benítez
Organizaciones de la Mesa de Articulación: Organización de Pueblo Guaraní (OPG), Organización de Pueblo Guaraní Ñandeva (OPÑ), Organización de Pueblo Manjui (OPM), Organización de Pueblo Nivaclé (OPN), Unión Nativa Ayorea del Paraguay (UNAP), Asociación Garaygosode (AG), Organización de Pueblo Englht Norte (OPEN), Consejo Ñandeva de Alto Chaco (CÑACH), Coordinadora de Líderes de Campo Loa-Nivaclé, Organización de comunidades de la Rivera del Pilcomayo.
Representantes de organizaciones campesinas e indígenas reafirman su lucha por la justicia social y el acceso a la tierra
El pasado sábado 7 de septiembre de 2024, la Comunidad Hugua Po’i, perteneciente al Pueblo Mbya Guaraní, fue sede de la Plenaria Regional del Espacio de Unidad Campesina, Indígena y Popular, una jornada que congregó a líderes, lideresas y representantes de diversas organizaciones comprometidas con la defensa de los derechos campesinos, indígenas y populares. Provenientes de localidades como Arroyo Guasu, Tava’i, Yhú, Campo 9, Loma Piro’y, Repatriación, Simón Bolívar y Nueva Toledo, la plenaria se llevó a cabo en un ambiente de camaradería y reflexión bajo la sombra de los árboles y en bancos construidos por los miembros de la misma comunidad, con rondas de tereré para aplacar el intenso calor, mientras analizaban los desafíos actuales.
Este encuentro contó con la presencia de integrantes de organizaciones de base como Conamuri, la Organización de Lucha por la Tierra (OLT), Cultiva, la Organización Nacional de Aborígenes Independientes (ONAI) y la Federación Nacional Campesina (FNC), todas ellas adheridas a la CLOC/La Vía Campesina. En el transcurso de la plenaria, se discutieron temas esenciales, entre ellos, la lucha por el acceso equitativo a la tierra, considerado un paso fundamental para la justicia social y la soberanía alimentaria en Paraguay.
Plenaria Regional del Espacio de Unidad Campesina, Indígena y Popular.
El Espacio de Unidad Campesina, Indígena y Popular ha venido trabajando en los últimos dos años para consolidar una propuesta política que promueva cambios estructurales en el país. Entre sus objetivos se destaca la defensa de los territorios ancestrales de los pueblos indígenas y el acceso a bienes comunes, como la tierra y el agua, así como el impulso de la producción agroecológica de alimentos como vía para alcanzar la soberanía alimentaria.
La elección de la comunidad de Hugua Po’i como sede de este importante evento no fue casual. Representa un acto de solidaridad con el Pueblo Mbya Guaraní, que sigue enfrentando dificultades para la restitución oficial de sus tierras ancestrales. De este modo, el Espacio de Unidad reafirma su apoyo a las luchas por los derechos territoriales y contra las injusticias que afectan a las comunidades campesinas e indígenas.
Este proceso de reflexión y diálogo colectivo continuará en la próxima reunión del Espacio de Unidad, programada para realizarse en la comunidad Joaju, un territorio campesino en resistencia por el acceso a la tierra. Con cada plenaria regional, este espacio de articulación refuerza su compromiso con la construcción de un Paraguay más justo, donde la dignidad y los derechos de campesinos e indígenas sean plenamente reconocidos y defendidos.
En respuesta a la intención de sembrar soja genéticamente modificada (OGM) en un lote de 45 a 50 hectáreas, las familias del distrito de Repatriación, en el departamento de Caaguazú, organizaron una serie de protestas para expresar su preocupación por el impacto ambiental y social de esta iniciativa, que corre por cuenta de un particular.
Históricamente, el distrito se ha mantenido libre de cultivos de soja, y vecinas y vecinos están resueltos a proteger su territorio, que colinda con un bosque y una naciente de agua, considerada esencial para el recreo de la comunidad.
Como se sabe y se ha comprobado hace mucho tiempo, la siembra de soja OGM plantea riesgos no solo para la biodiversidad y los recursos hídricos, sino también para la salud de las personas que residen en las cercanías, quienes podrían verse afectadas por las fumigaciones asociadas con el cultivo. En ese sentido, la comunidad presentó un llamado urgente a las autoridades municipales, instando al intendente y a los concejales a actuar en defensa de la salud y el medio ambiente.
Las mujeres, en particular, han tomado un papel activo en esta lucha, respaldadas por la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri, que agrupa varios comités locales. Su objetivo es garantizar el derecho a vivir en un ambiente saludable, un principio que está consagrado en el art. 7 de la Constitución Nacional.
“Defendemos una vida libre de agrotóxicos y violencia”, afirmaron referentes comunitarios, destacando la importancia de preservar la calidad de vida de los habitantes de Repatriación.
Las protestas reflejan no solo la resistencia local ante la siembra de soja, sino también un llamado más amplio a la justicia ambiental y social en nuestro país.